𝟐𝟏

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YESEOL

—Ven conmigo.

Confundida, asiento, me ofrece su mano y la tomo sin pensar demasiado en como todos nos observan, no solemos ser tan íntimos con gente presente. Me doy cuenta de que Namjoon está siguiéndonos, vamos hasta la casa, nos detenemos, Namjoon toma la delantera y retomamos el paso ahora siguiéndole a él.

Vamos a su habitación.

—Ya preparé todo— comienza a contarnos, abre la puerta y nos deja pasar primero, veo a la espalda de Jungkook y luego amplío la mirada— Seokjin hará entrega a Kim Taehyung del arma, micrófonos y protección.

Oh, ya entendí.

—¿Para la reunión de mañana?

—Si.— rueda los ojos—Conocemos muy bien al filipino, es un sanguinario tramposo, las cosas van a tornarse feas.

—Pidió elegir el lugar de reunión a último minuto— mi esposo me habla, volteo a verle, se ha cruzado de brazos y asiente hacia su colega quien comienza a moverse y a sacar aparatos de distintos cajones, aquí hay al menos, unas quince pantallas— confirmé que irías conmigo, así que eligió tu antigua casa.

Arrugo la nariz, pensando en que hemos tenido tantos hogares que no puedo pensar en uno específico... hasta que...

—¿La casa del gobernador?— asiente, permanece en silencio evaluando mi reacción, estoy segura de que nota mi incomodidad—No debería sorprenderme, Jisoo conoce mis debilidades, sabía que podría afectarme. Aunque no estaba enterada de que mi padre ya no está allí.

Jungkook no responde, Namjoon relame sus labios y mientras le entrega un audífono a su jefe, me sonríe un poco.

—Este demente destruyó la mitad de esa casa ladrillo a ladrillo buscando al señor. No lo encontramos, Seokjin contrató un servicio para reconstruir...

—¿Por qué volver a construir?

Jungkook encoge los hombros y sacude la cabeza cuando terminan de ponerle el audífono que, de manera sorprendente, no se nota casi nada, mucho menos con su cabello cubriendo sus orejas.

—Dijiste una vez que Kang era una mierda pero la casa era importante. Se me olvidó y por eso intenté arreglar lo que destruí.

Me lo comería a besos ya mismo si pudiera. El problema es que somos demasiado expresivos con los ojos, Jungkook me da esa mirada intensa llena de amor mientras reprime las ganas de soltar una sonrisa y yo sé que en mis pupilas probablemente dilatadas puede leerse un te amo en letras mayúsculas.

Namjoon se aclara la garganta.

—También tengo uno para tí— me informa—debes saber que tus ojos serán mis ojos aquí, esa es una de tus tareas.

Que sorpresa, de un cajón saca un cofre y dentro de este cofre se encuentra una cajita más pequeña. Comienza a desesperarme tantas cajas.

De la última, la más pequeña, saca otra diminuta de cristal donde se puede apreciar un par de simples lentes de contacto que yo considero increíblemente transparentes, tuve que entrecerrar mis ojos y acercarme demasiado para notarlos bien.

—Tu tecnología me asusta.

—Los diseñé y puse a prueba durante meses, ahora son perfectos— espero que así sea, pues si pretende ponerlos en mis ojos, más vale que no estallen— tienes la estatura perfecta para una buena vista panorámica de todo lo que suceda, el filipino va a concentrarse en Jungkook, no en tí, así que podrás mirarle con detalle— señala una de sus pantallas— y yo les informaré desde aquí cualquier anomalía.

Muy increíble.

—No solo a él, a todos— corrige Jungkook— a su seguridad, a Jisoo. Todo lo que creas pueda ser sospechoso, Namjoon te enseñará a usarlos y de esa manera podrán trabajar bien.

Asiento. El más alto coloca el audífono en mi oído, hace algunas pruebas, sigue explicándonos paso a paso cómo va a desarrollarse todo, Jungkook en absoluto silencio, yo atenta.

Suena a que el hombre quiere iniciar un tipo de cacería.

Un día para la reunión.

Un día para la reunión

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LOCO❝jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora