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𝟎𝟓𝟐

JEON

Este chico, Seokjin, el único en el que Jungkook confía, me observa con miedo y se muerde las uñas porque siente que la ha cagado.

—Escucha, Jungkook...

—Estoy escuchando y lo único que puedo decirte es... relájate.

Me observa confundido.

—No puedo relajarme.

—Si puedes, no estoy enojado.

—¿Ah, no?

—No. Yeseol tiene tanto poder sobre ustedes cómo lo tengo yo— medio sonrío— si ella tiene un plan y crees que funcionará... no voy a oponerme, ella sabe lo que hace.

Veo la firma de Jisoo en este documento tan importante para nosotros, que confirma el mandato absoluto sobre este imperio que Jungkook y yo hemos construido. Porque esto es nuestro, Kim no movió ni un dedo para lograr todo lo que nosotros si.

Además de ser uno mismo... Jungkook y yo hemos continuado con una misma motivación; ella. Nuestra ella.

—Ella es inteligente, a veces es demasiado llevada de sus ideales, pero no es tonta, sabe lo que hace y...—entrelaza sus manos, me mira, ahora inseguro—solo quiere ayudarte, sus decisiones son para tu bien.

—Ya lo sé.

Porque su mundo gira alrededor del nuestro.

—Vale, estás muy serio.

—Seokjin. Voy a pedirte que cuides de Yeseol mientras todo lo que está haciendo se concreta bien— acepta, asintiendo— no le digas nada, no tiene que enterarse de que yo sé sus movimientos.— señalo la puerta— Vete.

No lo piensa dos veces, se pone en pie y deja el despacho, cuando ya no le escucho respirando en el mismo espacio que el mío, mi vista va hasta la pantalla del ordenador y solo presionando algunas teclas, tengo acceso a las cámaras. Ahí está mi ella.

Mi hermosa demente. No entiendo cómo puede creer que le quito la vista de encima en todo el día, teniendo en cuenta que soy quien la protege. Inclino la cabeza hacia un lado, sonrío.

Mmm... esos jeans.

YESEOL

No creí que Seokjin pudiese conseguir que Jisoo firmase esta cosa, pero lo hizo y eso me causa alegría, solo tengo que ignorar el cuerpo inconsciente de Jisoo y que Choi quiere matarme. Por eso dos de los amigos de Jin deben sostenerlo, así evitamos tragedias.

Sacudo el papel eufórica, él solo se burla.

—Dentro de poco vienen por ella— suspiro— dos problemas menos por resolver, Jungkook estará más tranquilo ahora y podremos-

—No tienes corazón— Choi me interrumpe, ahora todo es silencio—Felicidades, se merecen uno al otro.

Volteo en su dirección, una de mis manos va a mi pecho, sintiéndome demasiado afectada por las primeras tres palabras.

Yo, de hecho, tengo un corazón, uno que sobrevive con mucho esfuerzo hace años y que he intentado mantener en su sitio. Paso saliva, mis labios tiemblan, pero los muerdo antes de hablar.

—Retira lo que has dicho— le pido, amablemente— si alguien tiene el corazón más grande aquí, esa soy yo.

—Si, claro.

—No me conoces— relamo mis labios—tampoco tienes idea de lo que he tenido que pasar y el porque hago lo que hago. Estás obsesionado con ella solo porque es bonita, supéralo.

Parece que meterme con su amor superficial ha sido un error, pues Choi logra soltarse de su agarre y en un segundo sus manos rodean mi cuello, boqueo por aire.