𝟎𝟑

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2015, JEJU ISLAND.
YESEOL.

—¿Cómo dijiste que te llamas?

—¡Jisoo!— sonreía la borracha— Kim Jisoo, quién ha sido abandonada por su novio en esta discoteca— olfateó el aire, haciendo una mueca de fastidio después— huele a pipí aquí.

Llevé su teléfono de nuevo a mi oreja y suspiré, repitiendo solo su nombre al hombre al que me pidió llamar.

—La verdad no soy buena dando ubicaciones, pero, uhm, estamos cerca al hotel... si, ese, el reciente— agradecí al barman que me ha dado una botella con agua, la abro para Jisoo, quién la bebe sin quejarse— no, está bien, no tengo nada que hacer, me quedaré con ella hasta que alguien pase a buscarla. Estaremos en toda la entrada principal.

Con suerte a mi padre no se le ocurrirá buscarme por este sitio, tomo a Jisoo, paso uno de sus brazos por mis hombros y no tengo otra opción más que sostenerla de la cintura mientras nos saco de allí hasta la entrada, según dijo el señor, no tardarán más de quince minutos.

—Eres un ángel, Yeseol— repetía— no sé qué... qué sería de mi si no hubieses corrido en mi ayuda.

Bueno, es que Jisoo no fue muy lista al venir a una fiesta a embriagarse sola, intenté no involucrarme, porque ya tengo suficientes problemas, pero, mujeres tenemos que ayudar a mujeres, así que, la saqué de problemas con unos chicos molestos y ahora tengo moretones en mis brazos, también me gané una cachetada bastante fuerte.

Pero, hey, la salvé de que se la llevaran, eso es lo importante.

—No fue nada, Jisoo, pero la próxima vez...

—Si, no beberé sola.

—Exacto, que te quede como enseñanza— busco donde sentarnos, ella recarga su cabeza en mi hombro—¿Con quién hablé era tu papá?

—Mm, sí, debe estar enojado y preocupado— hipó— tengo prohibido venir a esta zona.

—¿Por? ¿En qué zona vives?

—En la casa VIP, al otro lado de aquí.

Se me congela el alma un segundo, es la casa del hombre al que mi padre llama criminal y su dolor de cabeza estos días.

—Oh...

—Si, oh— se ríe— te asustaste.

—Bueno, un poco.

—No te hará nada, no te preocupes— me abraza— somos amigas, dame tu celular.

Lo arrebata de mis manos sin más, sé que está agendando su número, manda un mensaje para tener igual el mío y es todo.

—¿Y quieres que te llame para...?

—Lo que quieras, así no saldré a beber sola.

Es cuando veo EL auto, detenerse frente a nosotras y pienso en muchas cosas que podrían pasarme, pero, la realidad es que a este punto en mi vida, no me importa si terminan dándome un tiro en la cabeza, de hecho, me ahorrarían muchísimas molestias futuras. Tres hombres bajan al tiempo y mi brazo se extiende delante de Jisoo cómo si eso la protegiera de alguna manera, dos de ellos se me quedan viendo, seguro pensando en que soy ridícula.

Con bracitos escuálidos.

El tercero también se me queda viendo, pero su expresión es tan vacía, que no tengo idea de que puede estar pensando.

—¿Quiénes son?

—Mis niñeros— bueno, los conoce— Choi, lleva mi bolso.

Me cubro la boca, tengo risa de cerdo y no quiero que se burlen de mi, pero es que Jisoo no traía un bolso cuando la fui a buscar, con suerte tenía su teléfono en la mano, bien sujeto.

La ayudan a subirse al auto, el tercer chico sin expresión solo observa y regresa su atención a mí, me abrazo a mi misma, fingiendo que no me afectan sus ojos buscando los míos.

—¿Necesitas que te llevemos a casa?

—Nah, está bien— estoy escapando de allí— no lo necesito, pero, gracias...

Duda en decirme su nombre durante, al menos, tres minutos.

—Jeon— bueno, su apellido está bonito— ¿Tú eres?

—Kang Yeseol— arquea ambas cejas, me aclaro la garganta— ¿Qué?

—¿De esa familia Kang o una Kang común?

Podría escudarme diciendo la segunda opción, pero solo hay una familia Kang aquí en Jeju. Suspiro.

—Esa familia— musito— tranquilo, no llamaré a nadie para delatar su criminal presencia.

—Mejor que no lo hagas, sería un desperdicio tener que matarte por soplona— cuánta intensidad, lo ha dicho tan serio, que le creo—¿Sabías que hay recompensa para el que te encuentre y te lleve a casa sana y salva?

—Si, pero— me encojo de hombros— aquí entre nos, no existe tal recompensa.

Sonríe por primera vez desde que comenzó esta conversación. Veo que busca en los bolsillos de su chaqueta y saca una bolsa de papel, me la entrega.

—El señor Kim te agradece por cuidar de su hija, Kang Yeseol.

No sé que sea pero me da miedo, así que solo lo guardo en mi bolso.

—Gracias. Aunque no fue nada.

—Y yo te invito a subir a mi auto, te dejaré en el hotel si no tienes a dónde ir.

—Y yo te invito a subir a mi auto, te dejaré en el hotel si no tienes a dónde ir

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LOCO❝jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora