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𝟎𝟓𝟏

YESEOL

Seokjin me da esa mirada con la que me dice todo, no sabe cómo explicar lo que pasó y por eso solo me comenta que los negocios van bien, que Jisoo se mantiene encerrada hasta que decidan qué hacer con Choi porque hemos prometido a la fémina a los filipinos y en cualquier momento llamarán a Jungkook para reclamarla o se cancela la alianza.

—Respecto al psiquiatra.

—Sé lo que quieres hablar y admito que el hombre perdió su profesionalismo en dos segundos.

—Con todo lo que pasó, me pregunto si alguna vez lo tuvo. Se emocionó tanto con el tema, que casi experimenta con Jungkook, por poco le abre el cráneo y le realiza un análisis a su cerebro.— rueda los ojos—¡¿Cómo se le ocurre preguntarle si tiene más personalidades?! Incluso le dijo que era un loco. Seokjin, le dijo loco a un asesino.

—Si, ya lo sé. Él me lo ha contado.

—¿Murió?— asiente.

—Le fracturó ambas piernas, los cortes que le hizo fueron demasiado profundos y le apuñaló un ojo. No contento con eso, lo golpeó hasta matarlo de forma definitiva— uh...— casi vomité, te lo juro, tuvimos que sacar el cuerpo como pudimos, limpiar no fue sencillo y Jungkook... Jeon, no quiso ir a bañarse. Supongo que ya lo calmaste.

—Si, él está... descansando.

—Ojalá vuelva a ser el de siempre y no me mate cuando lo llame señor rompe huesos, esa es su actividad favorita de estos días.

Cambio de tema.

—¿Cómo está Kim?

—Inconsciente, pero no ha muerto, tranquila.

Me cruzo de brazos, tratando de pensar con claridad el que podríamos hacer. Hasta que se me ocurre un plan de repuesto.

—Jin, escucha.

—¿Mm?— vuelve a dejar sus asuntos de lado, estoy invadiendo su rato libre—Escucho.

—Ahora mismo Jungkook no puede ocuparse de nada, tenemos que actuar rápido respecto al señor ese, el filipino de corazón— se ríe— consígueme un sedante.

Parpadea.

—No estoy siguiendo el hilo...

—Hazlo, dijiste que Choi es un problema.

—Claro, está enamorado.

—Yo me encargo. Enviaremos a Jisoo a su nueva vida y familia esta noche.

Entrecierra los ojos, pensando en si hacerme caso o no, termina cediendo.

—Vale. Dime qué haremos con Kim.

—Pues, no tenemos muchas opciones, no puede morir todavía, así que solo nos queda esperar a que despierte, el resto será improvisar— en mi cabeza ha estado rondando un pensamiento que no sé si sea muy útil, aún así l pido algo más a Seokjin— ese poder que tiene que firmar Kim... haz que Jisoo lo firme antes de irse.

Sonríe.

—Eres buena resolviendo problemas— se pone de pie— vas a matar dos pájaros de un tiro sin necesidad de tirar del gatillo tú misma.

Veo a Choi salir de la habitación de Jisoo, se ve contento, puedo imaginar lo que sucedió allí adentro. Esa sonrisa se borra al verme, inclina la cabeza de forma respetuosa con la intención de pasarme por el lado.

Bufo.

—No voy a matarte, Choi— detiene su caminar, me mira— estaba buscándote, necesito que hagas algo por mí.

Se regresa.

—¿Qué puedo hacer por usted?

Veo al suelo, parpadeo e intento verme sincera.

—El médico que revisó a Jisoo le envió unos medicamentos que... parecen ser importantes— le extiendo la bolsa, golpeando su pecho— ahí está la fórmula y como debe ser preparado, si pudieras...

—No creo que-

—Ella no lo tomará si se lo doy yo, dirá que quiero envenenarla o algo y aunque no me faltan las ganas de hacerlo a veces— resoplo— no podría, es mi amiga, después de todo— toma la bolsa— si ella quiere tomarlo o no, ya no es mi responsabilidad, solo le he hecho llegar sus medicinas.

No me despido o digo algo más, ya él siente que esa tarea es suya y de nadie más. Solo me queda esperar unas horas.