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𝟐𝟒

NARRADOR

La cantidad de sentimientos que fueron encontrados en cada uno era innumerable, ni siquiera el volver a pisar aquella casa había sido tan relevante para Yeseol como lo era ver de nuevo el rostro de la mujer a quién consideró su amiga y confidente pero, quién terminó siendo la asesina de sus bebés, de sus posibles hijos y no conforme con eso, la mujer que deseó a su esposo y quiso quitárselo.

Yeseol realmente adoró tanto a Jisoo, las amistades rotas suelen doler tanto y ahora que la estaba viendo, podía confirmar aquello. Jungkook no era un caso distinto, él fue el encargado de cuidarla durante años, velar por su seguridad, sacarla de aprietos y frenar sus impulsos, esos que no iban a traerle nada bueno.

Ambos pensaron en su momento que Jisoo era la única buena parte de lo que su padre era, pues Kim Youngbae fue un canalla, una gran porquería, pero ¿Jisoo? Jisoo fue el inicio para Jungkook y Yeseol, fue un apoyo, un escape.

Ahora era un tormento que con esos ojos vacíos parecía pretender ser el final.

—Señor Jeon— volcaron su atención al hombre, a una de las razones por las que estaban ahí, arriesgandose— me sorprende gratamente no verlo con todo su equipo de guardaespaldas.

—No debería de sorprenderte, todo el que me conoce incluso solo de vista sabe muy bien que no me gusta caminar con compañía.

Escucharon su risa, asintiendo.

—Algo he escuchado, sí.

Mientras empezaba a plantearle nuevas estrategias y alianzas a Jungkook, Yeseol paseaba con disimulo su mirada por todo el sitio, recordaba aquella habitación, perteneció a uno de sus hermanos ya muertos, solía esconderse allí cuándo su padre enloquecía y buscaba desquitarse.

—No. Sabes muy bien que si no lo necesito, no lo tomo y en este caso, fuiste tú quien en un principio expresó no querer continuar con nuestro trato.

—Estoy bastante seguro de que no fue así, dije que quería discutir nuevamente sobre dicha alianza.

—Discutir significa negociar por más y no estoy dispuesto a darte más de lo que ya te ofrecí. El porcentaje de ganancias que obtienes gracias  a mi es masivo, no estoy dispuesto a elevarlo.

—Vamos, Jeon. Soy tu único aliado en Filipinas y la gente que he conseguido para ambos es incluso mayor a lo que gano con tus productos— Namjoon bufó, escucharon la queja a través del auricular diminuto— no niego la calidad y también debo admitir que mejoró desde que tomaste la delantera en los negocios de Kim, pero ya es justo recibir un poco más.

Las uñas largas de Jisoo comenzaron a piquetear contra la mesa, Yeseol fingió ignorar aquello que claramente fue una señal para alguno de los cinco hombres que cuidaban a la pareja pues estos comenzaron a secretearse entre ellos, enviando a uno fuera del cuarto.

—Yeseol...

Namjoon pronunció su nombre, se giró hacia su esposo y le sonrió.

—Voy al baño— dijo, interrumpiendo el discurso del hombre quien se mostró disgustado por ello— no tardo.

Asintió con la cabeza, Yeseol se levantó y Taehyung cumpliendo con su tarea dejó la habitación detrás suyo. Si Namjoon necesitaba saber qué haría cada individuo en aquella casa, pues ella cumpliría su rol siendo sus ojos para ayudarlo a descubrirlo.

—Estamos arriesgandonos de nuevo. Tienen que tener en cuenta que tal vez estaban intentando separar a Jungkook de Yeseol, así que, les hemos dado el gusto.

Taehyung cruzó sus brazos.

—No hay cámaras, supongo que por eso hay tantos matones.

—Lo sé. El sistema de cableado de ese vejestorio—dijo refiriéndose a la casa—es un desastre, ustedes hagan lo suyo y encuentren al sujeto, es importante.

A partir de ahora los capítulos dejarán de ser narrados por Jungkook o Yeseol.