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𝟎𝟏𝟓

JEJU ISLAND, 2015
YESEOL

Es claro el enojo de Jungkook, pero yo no estoy muy atenta a ello por los tragos que traigo encima, apenas me di cuenta de que llevamos a Jisoo a su casa primero y de que ahora no vamos al hotel donde estoy viviendo, sino, al apartamento de mi colérico novio.

Subimos, él me ayuda colocando ambas manos en mi cintura, de esa manera evita que me caiga o solo tropiece, entramos y mi intención es la de sentarme, pero no me deja, la de él es otra y vamos al baño. Abre la ducha y niego.

—No estoy tan ebria.

—Si, claro. Tienes sangre embarrada.

Sin piedad alguna, me coloca bajo el chorro de agua helada, siento mis dientes castañetear junto a mi cuerpo quedándose paralizado.

—¡Estoy vestida, Jungkook!

—Debería ser la menor de tus preocupaciones— cierra el agua, se sienta en el inodoro y se me queda viendo— Solo dos reglas, Yeseol. Si me dices que el tipo era tan intenso que no tuviste ni un segundo de oportunidad para llamarme, lo dejaré pasar, pero, tuve que llamarte yo.

Suspiro, alcanzando una de las toallas para, al menos, secarme el rostro.

—Admito que sí pensé en llamarte, pero, no lo hice porque no quería ser una molestia mientras estabas en tus asuntos. No es la primera vez que tengo que soportar idiotas.

—Mientras estés conmigo, las cosas tienen que ser de un modo y ese modo es el que yo te advierto. Si pasa algo, me llamas, si alguien jode, me llamas, lo que sea, Yeseol, tienes que llamarme— blanqueo los ojos— que la duda no vuelva a pasarse por tu mente, haz lo que te digo y estarás bien. No me molesta que salgas, solo, acude a mi cuando algo se salga de control.

—Nada se había salido de control.

—Pues no, porque yo llegué a tiempo.—se coloca de pie— Te traeré algo para que uses, termina de ducharte.

—Déjalo, me iré al hotel.

Bufa.

—¿Es en serio?

—Muy en serio.

—Vale. Vas a ir por la calle a medianoche usando un vestido mojado, no te preocupes, no suena nada peligroso.

—Pues es que estás enojado.

Cierra los ojos y niega.

—No estoy enojado, solo te estoy diciendo que no debes hacer caso omiso a lo que te advierto— abre la puerta— termina y a la cama.

—¿Qué carajo ves tanto?

Se queda de pie a un lado, yo permanezco sentada boca abajo en el sillón, solo levanto la cabeza para decirle el nombre de la película.

Termina empujándome las piernas para sentarse y yo vuelvo a acomodarme de manera que la mitad de mi cuerpo queda en su regazo. Lo escucho chasquear la lengua.

—¿Sigues enojado?

—Que no. Pero me voy a enojar si sigues insistiendo con lo mismo.

Vuelvo a moverme para terminar trepandome a sus piernas, siendo un obstáculo entre la pantalla y sus ojos, me observa con pereza y ganas de burlarse también.

—Ya, perdón.

—Está bien.

—No quiero que estés enojado.

—Oh, por mi maldita... vale, ya no estoy enojado. Tranquila.

Picoteo sus labios con timidez, me tiene tanta paciencia, incluso me pregunta si estoy bien luego de lo que pasó. Le digo que si.

—Te diré algo, pero no me hables feo.

—Bien, dime.

—A veces siento... pero solo a veces, eh. A veces, siento que no me encuentras atractiva.

Empuja el interior de su mejilla con la lengua para terminar hablándome feo.

—Perdón, pero es lo más estúpido que has dicho desde que te conozco.

—Jungkook.

—Es que pareciera que no te has visto, es imposible que yo piense algo así— bufa, eso ha sido lindo y no se ha dado cuenta— anda, vamos a la cama.

—No hagas eso...

Toma mis manos.

—No digo que no me importe como te sientes, si me importa, solo digo que eso en específico carece de mucho sentido y procederé a demostrarte lo contrario. Arriba.

No entendí.