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𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥

NARRADOR
TRES DÍAS

Seokjin dejó escapar un suspiro de aquellos que denotan cansancio en lo que veía a Min Yoongi abandonando el despacho de Jungkook, el hombre no había soltado una sola lágrima, pero, el dolor podía encontrarse viendo a su postura, sus hombros caídos y más. No podía hacer gran cosa, solo cumplir con lo que Jungkook le había pedido que hiciera y eso era; aliarse con él, de esa manera les daría la protección que les debía a él y a su familia.

Con él yéndose, Namjoon entró, dejándole la laptop abierta sobre el escritorio para que leyese el primer titular en noticias para el país entero.

Bufó.

—Que título de noticia tan ridículo.

—Informa lo que tiene que informar, el terror ha caído y una nueva amenaza toma el mando en el mundo del tráfico— sonrió— hablan de ti, eres la nueva amenaza.

—¡La verdadera amenaza es Jeon padre!— señaló la puerta, dando a entender que el mayor seguía rondando los pasillos— Cumpliré mi promesa, voy a encargarme de la isla, pero no tengo nada que ver con ese enfurecido hombre.

Namjoon encogió los hombros.

—Ya se fue— observó sus manos— dijo que no quería saber nada del cuerpo de Jungkook arruinado por los escombros. Supongo que buscará consuelo en el único hijo que le queda.

—Ellos tomaron esa decisión, tenemos que respetarla— negó— será así por un tiempo, veremos fotografías de Jungkook y Yeseol en todas partes hasta que la gente se olvide de ellos.

Taehyung entró, él era bueno haciéndose notar, por eso azotaba puertas y gruñía como los ancianos cada vez que entraba a una habitación.

—Yoongi me ha ordenado quedarme aquí en caso de que necesiten alguna maldita cosa, ahora soy su puto contacto con él— tomó asiento solo para levantarse de nuevo y seguir soltando alegatos— no entiendo por qué tenemos que seguir ligados a ustedes cuando es lo último que deseo en la puta vida.

El menor estaba resentido, era obvio, odiaba la vida de los desgraciados y por eso evitaba a toda costa juntarse con ellos, en el fondo sabía que haberse encariñado con Yeseol solo le traería problemas emocionales. Justo ahora sus sentimientos estaban destruídos, el más mínimo roce podría hacerle colapsar porque no había procesado del todo lo qué pasó.

—¿Quieres calmarte?

—¿El niño?— ignoró la petición de Namjoon— ¿Dónde está ahora?

—Dejé que los encargados de niños huérfanos decidieran qué hacer. Estará bien, ellos son buenos, hay muchas familias buscando ser padres, así que encontrará unos muy rápido.

—Creí que el padre de Jungkook lo querría cuidar.

—Ese señor lo último que quiere es ver a un bebé.

—¿Y tu esposa?

Seokjin rodó los ojos.

—Ese niño no es nuestro y no voy a cargar con la responsabilidad de criarlo. Ya tengo tres hijos, gracias, no necesito uno más, mi esposa tampoco.

—Como sea— se encaminó a la puerta de nuevo— voy a llevarme las cosas de Yeseol a casa de Yoongi, él quiere conservarlas en el que era su cuarto.

—No creo que encuentres mucho-

—Lo que sea me lo llevaré, cállate la puta boca.

Azotó la puerta antes de irse. Seokjin no estaba de ánimos para darle lecciones sobre respeto a superiores, siguió leyendo las noticias, dándose cuenta de que una parte de los ciudadanos de Jeju estaban angustiados pues no sabían si seguirían siendo protegidos. Jungkook era quien evitaba que cualquier otra banda arremetiera contra los habitantes de la isla y por eso había cierto tipo de paz.