LOCO❝jjk

𝟎𝟑𝟏

YESEOL
JEJU ISLAND, 2016.

—No es justo... si, ya sé que dirás que en la vida nada es justo, pero-

—Pero lo que importa es que nos conocimos y ahora estamos juntos— me besa, siento sus manos inquietas inmiscuirse bajo las sábanas y jugar con el elástico de mi ropa interior—Yess, puedes hablar conmigo de lo que sea, no tienes que asustarte por como voy a reaccionar.

Tomo una respiración profunda, sé que ahora que ha pasado un tiempo, Jungkook se ha abierto en un cien por ciento a mí, pero sigo algo aterrada porque no quiero perderlo solo por expresar mis tonterías.

Pero tengo que hacerlo tarde o temprano.

—Es que... no sé si estamos en la misma página, yo...— le miro— me gustas mucho, quiero que esto dure, pero me da miedo que no queramos lo mismo.

Asiente lentamente.

—Supongo que es algo que tendremos que descubrir mientras sigamos juntos, pero, tengo que decir que... no voy a dejarte ir nunca, así que estoy seguro de que yo voy a querer todo lo que quieras tú. Es una promesa.

Yo quiero una familia.

—¿Tardará mucho en despertar?

—No, en menos de media hora recobrará la consciencia. Le explicaré los cuidados, gobernador.

Hay pasos, una puerta se cierra y yo me encojo en la cama, retorciéndome en dolor, mi corazón duele más que mi cuerpo y lloro en silencio, desperté hace mucho, desearía no haberlo hecho.

Mi cabello está hasta mis hombros y el golpe en mi mejilla todavía está caliente, enloquecí hace unas horas, grité tanto, me revelé contra mi padre... provoqué todavía más su ira.

—¡NO VAS A TOCAR A MI BEBÉ! ¡NO! ¡NO!— sus ojos están inyectados en sangre porque estoy desobedeciendolo— ¡TIENES QUE MATARME PRIMERO!

Ojalá me hubiese matado, no estaría sufriendo de esta manera. Es mi culpa, no debí haberme alterado, si me hubiese quedado callada, tal vez habría ganado tiempo.

Jungkook va a odiarme por esto, por lo que le hice a nuestro bebé. Me odiará más de lo que yo me odio en este momento.

—Soy una inútil. Inútil.

Yo quería tantas cosas para nosotros dos, quería... quería ser mejor madre, siempre deseé tener mis propios hijos porque quería brindarles todo lo que a mí siempre me negaron.

No tuve amor.

Ni siquiera obtuve respeto, que era lo mínimo. Dios, acabo de matar a mi bebé, yo... yo... nunca sabré sí pudo haber sido un niño o una niña, no era nada, todavía, pero pasarían los meses y sería un bebé... un bebé que acabo de matar por imbécil.

—Yeseol— me congelo de nuevo, aprieto la sábana sin pronunciar palabra— sé que dije que sería en media hora, pero tomó más que eso, una enfermera estará pasando para asegurarse de que estás viva— no he podido asimilar lo que sucedió— ya deja de llorar, maldita sea, que te acabo de quitar una carga de encima, no creo que quieras ser una jodida madre soltera, ibas a tener al hijo de un asesino.

—Vete a la mierda.

—¿Qué dijiste?— ríe sin ganas—Me desquitaré cuando te recuperes, no te necesito muerta, sabes que me gusta que me mires cuando te hablo, cariño.

A pesar de mi cuerpo tembloroso y mis pocas fuerzas, saco lo poco que me queda para girarme a verlo y gritarle.

—¡Yo no soy mi mamá! ¡NO SOY ELLA!

—Es cuestión de tiempo para que estés lista— murmura— no eres ella en personalidad o actitud, porque ella jamás me levantaría el tono de voz como tú lo haces en este momento, pero...— silba, sonríe y se relame los labios— físicamente, eres muy parecida, por no decir que comparten el mismo rostro.

—Asqueroso. Enfermo.

—Espero que tu hermano menor no sea como tú cuando crezca— suspira— descansa tranquila, cielo, ahora que puedes.