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𝟎𝟏𝟑

YESEOL

Jungkook no deja de repetir que nadie podría odiarme, mientras, yo estoy terminando la serpiente en su espalda. No conozco sujeto que ame más que Jungkook.

—¿Quieres hacer algo esta noche?

—¿Cómo qué?

—Podemos tener una cita, hace años que no tenemos una decente. Ya sabes, dónde yo te traiga flores, te lleve a algún restaurante de aquellos bonitos, hemos hecho cosas así muy pocas veces.

Asiento, aunque no puede verme porque está de espaldas.

—Me encantaría, mi amor. Si tienes tiempo y deseas hacerlo, estaré feliz de arreglarme para nuestra cita.— sé que está sonriendo, cuando no responde nada, es porque lo hace con sus gestos—Había pensado en sugerirlo antes, pero...

—Mm, no lo viste prudente de hacer. Entiendo.— le escucho y siento suspirar—Nuestra última cena en un restaurante elegante fue inolvidable, no de la buena manera, pero, no importa, estamos intentando avanzar, Yess.

Hago una pausa.

—Si, solo, siento que me está tomando más tiempo del que debería.

—No es cierto, puede tomarte toda la vida si así lo quieres— me avisa que va a sentarse, lo hace, me observa— a mí me duele todavía.

Amplío la mirada.

—¿Aún...?

—Si. Sigo sintiendo casi la misma frustración y enojo que sentí en aquel entonces, los años siguientes a ese, también me duelen, pero, sé que pronto tendremos buenas noticias.

Me deshago de los guantes y me ubico en el espacio entre sus piernas, no tarda en abrazar mi torso, adhiriendome al suyo.

—¿Quieres que volvamos a intentarlo?

—A mí me gustaría. No sé si tú estés lista— cierto los ojos, la punta de mi nariz acaricia la suya mientras asiento—Me haría muy feliz ver qué... ver que puedo darte una familia, es decir...

—Jungkook...

—Seríamos una familia muy pequeña, pero, solo por ahora, más adelante... podríamos intentar ser muchos más— abro los ojos, abrazo su cuello— quiero hacer todo eso contigo.

Él alguna vez expresó a otras personas su deseo de tener una vida familiar. No le creyeron y jamás lo harán, porque ellos aseguran que Jeon Jungkook no posee un corazón, que él no tiene deseos propios o ambiciones más allá de su trabajo, de sus armas y gustos peculiares.

Ellos creen que Jungkook no me ama, que solo le gusta decir y demostrar que le pertenezco. Ellos creen que para Jungkook, soy un objeto, cuando lo más obvio es que soy su vida y él la mía.

No lo conocen, tampoco quieren detenerse a conocerlo, pero está bien, eso a él no le importa.

A él le importo yo.

Sonríe cuando yo lo hago, deja un beso sonoro en la piel descubierta de mi cuello y me pide que le enseñe cómo va su tatuaje, tomo algunas fotografías, le pregunto si quiere terminarlo ahora u otro día, él asegura que no tiene problema en acabar la sesión hoy mismo así que eso hago, terminar. Su celular suena, alcanzo a ver qué se trata de su jefe.

Jungkook le cuelga y apaga el teléfono.

—Puedes responder si quieres. Puede ser algo urgente.

—No, solo quiere darme más trabajo— suspira—tiene a más hombres, que ellos se ocupen.

Jisoo ya me había dicho que a su padre solo le gusta molestar a Jungkook porque es el único que hace las cosas como a él le gusta.

Siento que Jungkook ya está cansandose de su jefe y que por eso está teniendo conflictos con el mismo.

—Bien, hoy eres todo mío.

Su cuerpo vibra por la risa, se disculpa pensando que arruinó algo del tatuaje y le tranquilizo diciendo que todo está en perfecto orden.

—Si, nena, todo tuyo por esta ocasión.