❝¿Mi novio? No, a él no quieres conocerlo, está loco... ¿Qué tan loco? No lo sé, él mata gente, dime tú qué tan demente hay que estar para eso.❞
➤Portada preciosa de @ohmyjooon.
Estoy aparentando tranquilidad, camino con Yeseol tomando mi mano, Jisoo va atrás con el resto de su seguridad, lo más probable es que sospeche que le he dicho a Yeseol lo que sucedió y que por eso, ella no le habla en absoluto, pero ya le he pedido que actúe como si no supiera nada, incluso si le molesta fingir ser amiga de la reciente traidora a su confianza.
—¿Sabes qué es muy probable?— la escucho, atento, mientras seguimos moviendonos buscando una zona para sentarnos todos—Podemos encontrarnos a tus padres.
Demonios, lo había olvidado.
—Es verdad, ellos son socios del anfitrión— chasqueé la lengua— Youngbae debe estar ardiendo en cólera por eso.
Mi familia está, igualmente, involucrada en este mundo de cosas malas y después de mi jefe, son quienes más poder tienen. Son dueños de varias ciudades y abarcan una buena parte de Seúl, en Jeju no poseen nada ya que es terreno de Kim, pero de igual manera vienen a fiestas con sus asociados.
A veces, buscándome.
Conocen a Yeseol, intentan contactar con ella todo el tiempo, mi hermano que es el ser más correcto—moralmente hablando, si soy sarcástico—es quién más busca hacerme recapacitar a través de mi novia, tratando de hacerle entender que la familia va primero que cualquier otro ser humano.
Se le olvida que a Yeseol los primeros en fallarle fueron sus familiares y que ahora soy todo lo que tiene.
Encontramos un sitio, Jisoo se sienta a mi izquierda, lo que es raro, pero habla con los chicos y demás que se encuentran cerca, Yeseol se centra en mí, nos observamos y mantengo sus manos entrelazadas a las mías, está tan molesta que le resulta difícil ocultarlo. La entiendo, sé lo que es ser traicionado por un amigo, lo mucho que hiere.
—Estás muy tensa y se nota— le digo, me sonríe, intentando tranquilizarse, acaricio sus mejillas— no te angusties, el karma existe.
—Mmm, creí que no te gustaba mostrarte cariñoso en público— me encojo de hombros.
—¿Qué importa? Que conozcan mi faceta blanda por un momento tal vez me beneficie.
Ríe, se acerca más al punto en el que descansa casi que por completo su cuerpo sobre el mío, ah, mi pequeño diamante ha tenido que venir conmigo solo para no levantar sospechas dado que solo acepté venir para comprobar algo; que no busquen hacerme cambiar de bando otra vez.
Una de sus manos sube por mi hombro hasta mi cuello, le miro, tiene esa mirada maliciosa otra vez.
—Hay personas mirando de manera insistente.
—No les presto atención, siento que si lo hago, si les devuelvo la mirada, querrán acercarse, hablarme.
—Tal vez deberías intentar socializar con los jefes de estos medios, puede servirte de mucho más adelante, en caso de que Kim decida meterse contigo otra vez.
Han apagado las luces usuales y ahora estamos bajo luces violeta con música un poco más movida.
Beso sus labios en repetidas ocasiones, nuestras conversaciones son susurros, la respiración del otro chocando entre sí.
El sillón se hunde a su lado y observo de quién se trata, ah, debí invocarlo con mis pensamientos.
—No puede ser.
—Sí que puede— me separo, Yeseol cierra los ojos, estresada al reconocer la voz— vamos, no sean así.
—Jeonghan.
—Nuestros padres me han enviado por ambos, estamos en el balcón. Vamos.
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