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—¿Nada?

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—¿Nada?

—Se esfumaron. Defensa confirmó que eran claves nucleares.

—Y de no ser por ti, lo habríamos atrapado— le dio un puñetazo.

—Kelly— Roman la cargó para tratar de frenarla.

—Deckard murió por su culpa, fracasamos en la misión y se supone que es quien está a cargo.

—¿Queires dirigir tú?

—Cuando yo era líder, no había bajas en mi equipo, ¿por qué tú, con entrenamiento militar, sí los tienes?

—Porque es lo normal, es algo que ocurre.

—Patrañas.

—Ven...

—No me toques— lo hizo a un lado—. No quiero ver a nadie.

—Lástima porque...

—Te tiraré todos los dientes si te me vuelves a acercar— levantó el dedo acusador.

—Oye, creo que tengo algo— se asomó con temor luego de una hora de búsqueda, la rubia guardó su teléfono—. ¿Lo querías, de antes?

—Me preocupa que no puedo salvar a Dom de esa mujer.

—Yo hablaba de Deckard.

—Lo sé— aceptó el abrazo, después su mano y volvió al área común.

—Lo reconocí, de cuando trabajaba con Owen.

—Letty, no lo recuerdo.

—Fue antes de que llegaras.

—Quería que consiguiéramos el aparato Sombra.

—Connor Rhodes, ligado a alguien que quisiera olvidar.

—Jakande está muerto— apretó su hombro para tratar de reconfortarla.

—Mose fue el caudillo que intentó apoderarse del Ojo de Dios— intervino Hobbs.

—Es la segunda vez que Dom arruina los planes de Cipher.

—Supongo que tiene sentido— se encogió de hombros y se desplomó junto a Roman, quien la abrazó por el hombro.

La otra TorettoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora