La otra Toretto

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—¿Qué dijo?

—Fue un chiste.

—Ríete— Juliana lo codeó.

—¿Enserio estás embarazada?

—¿Soy la Toretto que no puede tener hijos o qué?

—Lo esperaríamos de cualquiera menos de ti.

—Pero Letty no está embarazada.

—Tienen un hijo.

—Los odio.

—Kelly, ¿no bromeas? — se acercó su suegra y ella tomó su mano para llevarla a su vientre, no había crecido aún.

—Hay un mini Shaw o una mini Kelly aquí adentro.

—Ay, mi niña— la abrazó emocionada—. Mi primer nieto.

—¿A poco Hattie no se ha puesto a la labor?

—Cállate— la empujó con el codo.

—¿Al fin me darás un nieto? — llegó otra mujer mayor con cabello corto y ropa deportiva de muy buen ver.

—Abuela, yo soy tu nieta.

—¿Entonces no hay nadie ahí adentro?

—Aún es muy pequeño para notarlo.

—Quiero estar ahí.

—Claro que sí, abuela, ¿cómo podría negarte eso?

—Ya que Mía no me avisó de sus dos hijos.

—Uy, que ya no eres su nieta favorita— se rio Kelly.

—Aun está por verse— dijo la abuela Toretto.

—¡Al fin! — Owen la cargó para celebrar.

—Bájala— dijo Deckard tratando de no estresarse.

—Aun puedo hacer todas estas cosas.

—No me voy a arriesgar.

—¿No confías en mí?

—No confío en Owen.

—Yo no lo dije— sonrió Kelly y Owen besó su mejilla antes de conducir a su madre a la mesa.

—Iremos con el médico después de esto.

—Concuerdo contigo.

—No quiero prohibirte nada, solo que, dado lo que pasó la última vez.

—Esperemos que este bebé llegue a buen puerto, sino podemos adoptar.

—O decirle a Hattie que sea la madre sustituta.

—Creo que eso sería contraproducente.

—Deberías dejar de escuchar conversaciones ajenas— Deckard sostuvo la mano de su amiga de cabello alocado y besó su sien mientras la chica se emocionaba de ser besada por un hombre así.

—Jul, eres mi esposa.

—Y él es británico.

—Punto a mi favor— se encogió de hombros antes de que León y Juliana volvieran a la mesa.