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—¿Quieres que te sorprenda?

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—¿Quieres que te sorprenda?

—Eso dije.

—Esos dos van a terminar juntos.

—No.

—Te apuesto un coche a que sí.

—Contacté a una vieja amiga en Moscú.

—¿Amiga?

—Sí, tenemos una larga historia.

—Kelly...

—Yo tampoco sabía, Hobbs.

—Ella y su equipo visitarán a los locales, un grupo criminal ruso. Ellos tienen lo que necesitamos.

—Considerando tu historial con tus amigos, ¿cuántas balas le disparaste?

—Nos pueden proveer de equipo y no escucho otra idea.

—Sabemos que salir del país será extremadamente difícil.

—No, ya lo solucioné— sonrió a Hobbs—. Los Toretto echamos raíces donde sea.

—Tenemos a las agencias de inteligencia más importantes persiguiéndonos.

—Y al Ojo de Dios, aún así, logré que mi suegra se contactara con mi primo.

—¿Conoces a mi madre?

—Esa es historia de otro vodka.

—No tengo tiempo.

—Yo tampoco, pero...

—Kelly.

—Ven, tengo ropa para ti— le tendió un cambio.

—Creé nuevas identidades para que el escáner del aeropuerto no reconozca sus caras ni huellas.

—¿Podemos hablar?

—Te escucho— comenzó a cambiarse frente a su cuñada, la cual intentó disimular la mirada en sus heridas de bala, pero se volteó y fue imposible no ver la fuerte marca en la espalda—. ¿Quieres tocarlas?

La otra TorettoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora