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—No he sabido de ti en días y vuelves con una herida de bala— se quejó mientras despejaba el área y corría una silla para que su primo se sentara, quien solo sonrió de forma burlona—. Idiota.

—Más cuidado.

—Sé lo que hago, Juliana me enseñó.

—¿Ahora ella dirige la ciudad?

—Cuida mi trono— dijo con suficiencia, terminó de preparar todo, así que le dirigió la mirada—. Limpiaré, sacaré la bala y coceré. Dolerá.

—Vas a disfrutarlo.

—Tú vas a disfrutarlo más, eres mi primer paciente.

—Es picante, cuidado— dijo Mía entregando un plato para cada uno—. Dom, ¿qué haces? Primero tienes que dar gracias.

—¿Ya olvidaste lo que nos enseñó papá? Seguro en Dominicana no lo hacías.

—Gracias, Señor, por bendecir esta mesa.

—Con comida, familia y amistad— dijo Mía. Al terminar la cena, Dom se fue a una recámara aparte, Brian y Mía se ponían al día sabiendo que tarde o temprano terminarían juntos. Kelly miraba su teléfono, miraba el número sin saber si marcar o no.

—Rayos, Dom, escúchame.

—¿Qué vas a decirme?

—¿Qué haces? — Mía también se paró.

—¿Cuándo ibas a decirme que traicionaste a Letty?

—Déjame explicártelo.

—¿Qué? — comenzó la lluvia de golpes y los gritos de Mía. Kelly esperó un momento antes de tomar a su primo del cuello y apartarlo con fuerza.

—Letty me buscó para limpiar tu nombre— dijo Brian—, a cambio de entregar a Braga. ¡Ella quería que regresaras!

—Lo lamento— fue detrás de Dom en espera de que en verdad la perdonara por meterse en la pelea.

***

—No hay boleto de vuelta...

—No me dejarás ir, ¿verdad?

—Alguien tiene que cuidarla.

—Prométeme que volverás, no quiero perder otro hermano.

—Y no lo harás...

—Hablo enserio, Dom, Mía y yo no podemos quedarnos solas. Tú eres la cabeza de la familia.

—Te la concedo mientras vuelvo.

—Te quiero.

***

—Mía, vístete.

—¿Qué sucede?

—Es Dom, ya llamé a unos amigos— trató de sonar optimista mientras se ponía un pantalón de vestir y una blusa ceñida al cuerpo. Tomó los radios que usaban para robar camiones de gasolina y dejó atrás las llaves, cartera y celular—. Sí, soy yo. Me alegro, atenta a cualquier movimiento, no tardan en llegar.

—Me estás preocupando.

—Arrestaron a Dom.

—No puede ser, no puede volver.

—Es mejor que muerto, sinceramente. Ya perdí a Jesse, Jakob se fue, así que debemos permanecer unidas ahora.

—Vámonos.

—Póngase de pie, señor Toretto. Escuché los testimonios, en especial la solicitud de clemencia del Agente O'Conner, cuyas acciones llevaron a la captura del conocido traficante Arturo Braga. Sin embargo, esta magistratura encuentra que una buena acción no cubre una vida de malas acciones. Por lo tanto, debo aplicar la pena máxima bajo la ley de California— Brian salió de la sala, Kelly apretaba la mano de su prima mientras asentía y Juliana salía de ahí—. Dominic Toretto, lo sentencio a cumplir entre 25 años y cadena perpetua en el sistema de prisiones de Lompoc, sin posibilidad de libertad condicional. Se levanta la sesión.

Kelly saludó a los latinos, quienes estarían en un mismo coche, Brian y Mía en otro, Kelly y Juliana en el último. Santos robó los coches y la rubia le agradeció dándole un beso apasionado, con lo que este se burló de Tego por haber ganado de nuevo a la chica. Brian a la cabeza, por el lado izquierdo y Juliana por el derecho. Todos los reos viendo por las laterales. Kelly aceleró y se le puso enfrente, puso el freno de mano mientras giraba y aceleraba para intentar chocar de frente, el conductor del autobús dio un volantazo para esquivarla y se impactó con el coche de Brian.

—Vete con los latinos.

—Nos vemos allá— dijo luego de besarle la mejilla y brincar al coche de los chicos mientras pasaban por el lado.

—Su carroza, mi lady.

—Yo conduzco.

—Que aburrido— se bajó y cedió el asiento. Los latinos pasaron también por ella.

La otra TorettoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora