La otra Toretto

24

—Toretto.

—Soy Kelly, corazón.

—Matamos al francotirador.

—Eso no me asegura que pueda entrar al equipo. ¿Y si consiguen información personal?

—Logré que te borraran del mapa para poder inflitrarte.

—Que considerado, ¿no te estarás encariñando conmigo?

—Esto es una locura.

—¿Y ahora por qué? — giró Tej.

—Veo estas imágenes y es como ir tras nuestros gemelos diabólicos— dijo Roman—. Mira a ese negro, es guapo y claramente ese soy yo; hay un Hobbs blanco, ese es Han; Tej es un negro con gorro, es como tu mini-mí, amigo. ¡Brian! ¿Cuándo hiciste esa sesión de fotos? Sabes que eres el rubio más bonito del lugar.

—Ay, me rompes el corazón— se burló la rubia cuando el elevador se abrió.

—Primero, es la peor ciudad para cometer un crimen, hay cámaras en cada esquina, tengo un video de la redada— dijo Hobbs—, vamos a rastrear eso para ver a dónde nos lleva. Segundo, hay confirmación de lo que Shaw tomó de Interpol, robaron la base de datos de cada lugar que guarda la última pieza que necesitan.

—¿Dónde están?

—Hay más de dos docenas en Europa.

—Pero la lista solo es útil durante 96 horas— dijo Hobbs—, por lo que su objetivo solo es efectivo dentro de los próximos cuatro días.

—Hobbs tiene razón— habló Dom—. Toretto, los analizaste, ¿qué tienes?

—Oyeron esas velocidades, no solo armaron el coche, el motor no es normal. Recibieron golpes, balas y siguieron como si nada. Yo le apostaría a la suspensión magnética.

—¿Quién tiene acceso a todo eso? — inquirió Han.

—No creo que solo se trate de un puñado de talleres— dijo Kelly acercándose a la mesa y mostrar imágenes—. Tej y yo tenemos una cadena de talleres, todos han trabajado en uno, saben cómo funciona esto.

—Debemos indagar más— dijo Dom—. Han, Roman, Giselle, les toca. Si encontramos al tipo que hizo ese auto, encontramos a Shaw.

—Voy con ellos— dijo Riley.

—Ahorita te veo.

—Con cuidado— le sonrió la rubia

—Tej, Kelly, necesitamos autos sin chips, que pasen a control manual. Asegúrense de que sean rápidos.

—Entendí— sonrió.

—Ya tengo eso...

—Hobbs, dije que ya entendí.

—Esto debe ser interesante— dijo Dom chocando el puño con su prima.

***

—Ese auto es fantástico— dijo Hobbs.

—¿Porque leíste el folleto? — inquirió Kelly recibiendo la champaña de su amigo.

—Los autos deben personalizarse— dijo Tej—, todo es entre tú y el auto que haces.

—Es un vínculo, un compromiso— dijo Kelly.

—Suena a matrimonio— dijo Hobbs.

—¿Ves? Nuestro slogan no funciona— se burló la rubia.

—Sí, pero con los autos cuando cambias por algo mejor, no toman la mitad de lo tuyo.

—Dios mío, con estos precios, espero que sean de oro— dijo Hobbs—. No están pensando en robar los autos, ¿verdad? — ambos se encogieron de hombros.

—Disculpen, pero la entrada de los empleados es por atrás.

—¿Y aquí dónde está la puerta de atrás? — giró la rubia lentamente para recortarlo con la mirada, Tej sonrió con suficiencia y Hobbs entrecerró los ojos.

***

—¿Compraron todos los autos?

—¿De qué sirve tener millones de dólares si no los gastas?

—Jezabel necesita más autos para la comptenecia— se encogió de hombros.

—Pero no te preocupes, mira— sonrió Tej.

—Señor y señora Parker, de nuevo, le expreso nuestro agradecimiento, apreciamos que hayan comprado. Si llegaran a necesitar cualquier otra cosa, no dude en pedirlo.

—¿Cualquier otra cosa? Ahora que lo menciona, a mi amigo le encantó su camisa.

—¿Mi camisa?

—Sí, esa— dijo Tej—, y su corbata, necesito una nueva para amarrar a mi esposa a la cama mientras le sigo lanzando todos esos dólares que se merece.

—El pantalón también— dijo Hobbs.

—Y ya que estás en eso, el reloj— dijo Kelly—, le gustó a mi esposo.