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—Fueron las mejores dos semanas

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—Fueron las mejores dos semanas...

—La luna de miel no terminará solo porque vinimos aquí.

—¿Vamos a la embajada, no?

—Aún no te puedo conseguir la nacionalidad, así que sí, es donde nos casaremos ahí.

—Creo que podré conseguir un buen vestido— sabiendo que no acostumbraba usarlos, así que algo debía intentar.

—Antes— estacionó el auto y guardó las llaves en su saco—. Hay algo que tengo que decirte— ella se sentó en sus piernas y recargó su cabeza en él—. Hablo enserio.

—Lo sé, lo sé desde hace meses.

—¿Enserio?

—No te vi, estaba todo borroso, pero Hobbs me encontró en el hospital.

—Para ser una moribunda, diste mucha pelea.

—No estaba lista para ver a mi hermano.

—¿Tu hermano?

—Jesse Toretto, mi hermano menor, murió en mis brazos hace tantos años. Por eso nos fuimos de Los Angeles; entendí lo que hiciste, por él yo hubiera hecho hasta lo imposible. Me hirieron de bala, de no ser por él, también hubiera muerto...

—Vi cuatro heridas de bala.

—Solo recibí dos ese día.

—¿Aun así, te quieres casar conmigo?

—Sino no estaríamos aquí.

—Entonces vamos— abrió la puerta y la cargó fuera—. Tengo algo para ti.

—¿Y esto? — recibió una entrega de tintorería.

—Juliana lo compró para ti.

—¿Vendrá tu madre?

—La arrestaron poco después de verse con Toretto.

—No he preparado nada, creí que pasarían un par de días.

—No quiero que te arrepientas.

—Eres lo más lejos que he llegado— sonrió quitándose la blusa y el pantalón para ponerse el vestido rosa de encaje negro. Deckard le subió la cremallera, giró sobre sus talones y se besaron con lentitud.

***

—Prometo amarte hasta que termines de comprar tus cosas y llenes mi closet con todos tus atuendos de porrista, no puedo prometerte que no habrá días malos, pero prometo no intentar matarte de nuevo y tomar tu mano a cada paso.

—Eres un tonto.

—Aquí es cuando tú dices tus votos.

—Prometo estar ahí cuando duermas, cuando te despiertes, cuando tu whisky en las rocas necesite ser rellenado y cuando te quites el cinturón, siempre y cuando no lo aprietes de más.

—¿Crees que es muy pronto?

—Mi corazón late más rápido cuando te siento cerca, cuando escuché tu voz por el teléfono y amaneciendo a lado de ti.

—Cuando te conocí, no creí que fueras tan increíble como ahora.

—Tú también eras más de lo que vi la primera vez.

—Solo evité que tu primo te atropellara.

—Y que una puerta me aplastara.

—Entonces es costumbre que yo te salve a ti.

—¿Quieres que vivamos aquí?

—Usted dígame, señora Shaw.

—Que no te oigan Dom— se carcajeó un rato, Deckard la bajó luego de que entraron a la habitación de hotel.

—Hablando de Dom.

—No ha llamado, estoy segura que respetaría nuestra luna de miel, además de que está disfrutando de Brian.

—¿Por qué le pedí la bendición a Leon y a Dom, no tienes padre?

—Claro que sí.

—¿Entonces?

—Cuando éramos jóvenes, mi padre fue llevado a prisión y mi madre murió joven. Tiene tiempo que salió y no ha ido a ver la tumba de mi hermano, así que yo no lo voy a buscar. No se lo merece, para los Toretto, la familia lo es primero, lo es todo, y él ha demostrado todo lo contrario.

—No lo necesitas en tu vida, con nuestra familia tenemos— la abrazó cuando ambos se acostaron, ella se quitó los tacones y le comenzó a acariciar la pierna con su pie.

La otra TorettoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora