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—El problema de rastrearla es que no había nada que rastrear

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—El problema de rastrearla es que no había nada que rastrear. Pero eso cambió gracias a Rhodes.

—Y recibimos fragmentos de sus datos antes de que los borren de la red. Parece una cuenta de banco, así que vamos a...

—Es un dato de longitud— dijo Hobbs—. Tomando en cuenta que Dom atacó un convoy ruso, podemos suponer que es Rusia, muéstrame el mapa. Empecemos aquí y analicemos las posibilidades.

—Es como si hubieran mezclado letras.

—Es Vladovin.

—¿Qué haces aquí?

—Te dije que aparecería de vez en cuando para ver cómo les estaba yendo. No muy bien, por cierto.

—¿Lo llamaste?

—No me mires a mí— se levantó del asiento con tiento.

—En Vladovin no hay nada, solo hielo— dijo Ramsey.

—Juraría que hay una base militar donde acondicionan submarinos de la Guerra Fría. En teoría, ya no es rusa.

—No es como si los rusos no fuesen a invadir otros sitios con tal de recuperar "lo que les pertenece" — habló la rubia volviendo a su sitio.

—Submarinos rusos, papa caliente nuclear, parece que en todo lo que hacemos, nos van a volar las piernas.

—¿Lo ves? Dos veces por misión, aquí es cuando dices que te vas porque no accediste a esto.

—Y parece que sigues siendo el número doce de la lista.

—Y parece que tú has cambiado desde que empezó a crecerte pelo en la cara.

—Hay que reportar esto hasta los niveles más alto.

—Buena idea, campeón, por desgracia, el ministro de defensa ruso sufrió un incidente en territorio estadounidense y los dos gobiernos no se hablan por el momento.

—Yo digo que a ese lo dejemos en la banca hasta nuevo aviso.

—¿Ahora eres la capitana?

—La señora alfa no me ha quitado mi puesto.

—Y no me corresponde a mí quitarte.

—¿Por qué no los detenemos nosotros mismos?

—¿No es a lo que nos dedicamos? — sonrió la rubia cruzándose de brazos—. Dado que Dom nos dejó sin coche, es hora de buscar nuevos juguetes. Nos vamos en una hora— se levantó y salió a empacar.

***

Vladovin, Rusia

—Letty, Kelly, no me gusta decirles esto.

—Pero...— la rubia ya lo suponía.

—Antes solo queríamos atrapar a Dom, después de todo esto, quiero que sepan que, si es necesario, lo voy a eliminar.

La otra TorettoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora