La otra Toretto

23

—Oye, no es peligroso.

—Estaré bien.

—Nunca has estado en cubierto.

—¿Y tú sí? Tranquilo, Roman.

—Kelly...

—Esto lo debería tener Hobbs, pero si te hace sentir mejor, tú ten el teléfono de emergencia, la pregunta clave es la de cajón: ¿de qué color es el cielo?

—¿Y de qué color es?

—¿Cuál es mi color favorito? — levantó la cabeza para ver el techo mientras pensaba y sus ojos se iluminaron, a lo que ella sonrió enérgica—, no lo digas. Dom y Hobbs también lo saben, pero sería muy arriesgado pedirle ayuda a mi primo.

—No nos podremos comunicar, ¿verdad?

—No— se abrazaron y ella suspiró cansina, ya era costumbre que todas sus relaciones quedaran inconclusas: Jakob, Jesse, Leon, Vince y ahora él. Cualquiera la tacharía de viuda negra porque todos a su alrededor morían.

—¡Todos listos! — llamó Hobbs.

—Yo te llevo.

Eso era diferente, no se trataba de policías ni traficantes. Pronto se trasladaron a la zona, ya estaba ahí el operativo con múltiples policías, ya llevaban ahí al soplón de Shaw, a quien le pusieron un micro. El equipo se mantuvo a la distancia, en un estacionamiento. Tej tecleaba, Brian y Giselle vigilaban con los binoculares, Dom seguía viendo, Hobbs y Kelly se mantenían atentos a cuando llegara la hora de actuar. La rubia armaba el rifle, no tenía autorizado disparar, a pesar de que sus balas siempre tenían su sello. No había francotiradores, así que ella tenía la ventaja.

—Necesito una copia de esa conversación.

—Trabajo en ello— dijo Tej—, lo identificó, van a entrar. Según los escáneres policíacos, las alarmas sonaron en Interpol.

—Nos trajo para atacar a la Interpol— dijo Brian—, todo esto es una trampa.

—Brian, lleva al equipo.

—¿Y tú?

—Toretto y Hobbs irán por Shaw, él nos llevará a Letty— dijo Dom.

—Vamos, desgraciado— dijo Hobbs.

—¿Tengo autorización?

—No, no nos invitaron.

Kelly seguía con el ojo puesta en la mirilla cuando las columnas comenzaron a colapsar y una lluvia de disparos comenzó. La rubia desarmó en microsegundos el arma y Hobbs la jaló, lanzó las piezas al coche y comenzó la persecución, Dom a la cabeza, Hobbs lo seguía y ella hasta atrás, debía rebasar a esa mole si quería ver de cerca a su objetivo. Gracias a Leon, se aprende mucho de alguien por la forma en que conduce. Los escuchaba por el radio diciendo que no debían perderlo.

Era un auto modificado, parecía fabricado desde cero por él, no era n reto para su coche, ella también era veloz. Rebasaba a cualquiera que se interpusiera en su camino, sí, su auto rozaba con algunos, pero podría reponer la pintura en otro momento. Seguía en la persecución hasta que se incorporaron Brian y otro auto similar. Ambos Toretto fueron a la izquierda cuando lo vieron salir, por primera vez no le ordenaron volver por Roman ni Tej, seguro los tortolos irían por ellos.

Pisaban el acelerador a fondo y Hobbs los alcanzó. Shaw iba jugando entre las luces, así que Dom las rompió para agilizarle el paso a su prima. Nadie titubeó hasta que vieron entrar a Letty. Ninguno frenó, Hobbs brincó sobre el auto de Shaw y este derrapó para dejarlo fuera de combate. Kelly frenó en U y bajó el vidrio.

—¿Alguien pidió una carroza?

—Mi calabaza llegó antes— señaló a su compañera.

—Los veré allá— derrapó un poco antes de salir de la escena.

—¿Ahora tenemos autos voladores en algo tipo 007?

—Amigo, controla esa emoción— dijo Tej.

—Es como si viera a los latinos— se burló Kelly al pasar y Han se rio de su comentario.

—Cuando una mujer te dispara, es una señal de que te retires— espetó Roman.

—Yo te limpio.

—Puedo hacerlo solo.

—Sigues conmocionado— le quitó las pinzas—, ¿quieres hablar de ello?

—Me miró.

—Quizá no sea ella.

—Por supuesto que sí.

—A la familia no se le da la espalda, lo decimos todo el tiempo. Pero ella te vio directamente, nada te cubría o interfería de alguna forma su campo de visión... ¿Y si el accidente la dejó así? Por eso no nos buscó en todo este tiempo.