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Fueron a casa de la abuela, la cual ya no estaba ahí, sino que se había ido al refugio con Elle y los niños. Juliana respiraba un poco más tranquila al saber que su hijo y la mujer que la crio estaban juntos, y a salvo. León comenzó a abrir los compartimentos en busca de armas y su maleta con un cambio de ropa, Kelly también buscó su maleta, lo pensó un momento antes de tomar la de Deckard, seguro se encontrarían nada más llegar a Roma. Dom y Letty los esperaban afuera, dos autos deportivos afuera de esa casa claro que llamaban la atención.

El vuelo comercial lo monitoreaba Owen, ya no confiaban en la Agencia, dado que la señal fue interceptada y los chicos fueron a una trampa, el Pequeño Don Nadie seguía pidiendo disculpas a la rubia y ella lo ignoraba, la pelirroja no tenía ánimos de reírse. El agente se rindió y se retiró a hacer una llamada. Kelly y Juliana estaban solas en su lado, Leon las observaba, no dormían, parecían absortas pensando en la inmortalidad del cangrejo. Letty dormía en otro lado, Dom pensaba en su propio plan, ya era costumbre que la familia se separara para completar la misión, pero esto era distinto.

—¿Estás bien?

—¿Siempre se enfrentan a esto?

—Han crecido los enemigos, pero la familia también.

—¿Dom podrá protegerlo a todos?

—Por eso vamos, siempre soy su respaldo, y ahora tú eres el mío.

—Agradecida de ser la mano derecha de Kelly Shaw.

—Oh, no, cariño, sigo siendo Toretto.

—Pero, ¿qué pasará si no lo logramos?

—Oye, siempre lo hacemos, ¿qué hará que esta sea diferente?

—Atacaron tres frentes: Leon y yo, Cipher y los chicos.

—Vamos a estar bien, quiero que te convenzas de eso.

—Kelly...

—No, Jul, piensa en los niños, en tu abuela, que volverás a verlos.

—Irónico, ¿no? — se recargó en la rubia y ella comenzó a acariciarla—. Jack de doce, Gisele de once, Brian de diez, Daniel de cinco, Jesse de cuatro e Isabella de uno. ¿De dónde salieron tantos?

—Algún día debemos pasar el estandarte, ¿no?

—No me imagino a Daniel al volante, aún.

—Tu abuela se vuela con ese niño, no lo dejará subir a un coche pronto.

—No lo quiero de vuelta en un coche— se escuchaba temerosa.

—Podría ayudarte a recordar.

—Lo tengo tan vívido, Daniel gritaba desesperado por mí y no podía girarme a tomarlo sin ponerlo en aún más riesgo.

—Están vivos.

—¿Por cuánto tiempo? — inquirió mientras Kelly la aferraba, Juliana lloraba, no con tanta intensidad como Kelly, lo cual despertó la curiosidad en Leon.

—¿No abrazarás a tu esposa?

—Están bien.

—No se ven así.

—Han llorado mucho desde que sufrimos el ataque— se encogió de hombros—, se supone que no las he visto.

—Preguntaré a Deckard...

—No creerás...

—Una es tu esposa y la otra es tu ex, deberías saberlo.

***

Roma

Dom iba en su acostumbrado charger, Letty ahora era la chica de la motocicleta, quizá un homenaje a la mejor amiga de ambas: Gisele. Juliana llevaba de copiloto a Kelly, las volvía un blanco fácil por ir dos en un auto, pero Leon aseguró que para él era mejor, si una estaba bien, la otra también. La rubia llevaba su acostumbrado rifle de francotirador, así que ahora le tocaba a la pelirroja ser el conductor y demostrar que era un digno miembro de la familia. Kelly no dejaba de llamar a Deckard, pero no lograba contactarlo, Letty estaba igual, no encontraba la vía segura y el Pequeño Don Nadie no tenía información.

—¿Novedades?

—Nada.

—Ojos enfrente.

—Nunca te pones así de pesada— exclamó Juliana.

—No hay noticias de mi esposo, claro que estoy preocupada— Kelly comenzó a armar su pequeño tesoro—. Veré si puedo ponchar las llantas.

—¿Son salva?

—¿Quieres disparar tú?

—Mantendré el auto estable.

—Bien.

Las chicas chocaron puños y cada una se dedicó a lo suyo. Kelly bajó el vidrio y se acomodó para usar el espejo retrovisor como soporte. León daba indicaciones a las chicas y ellas seguían en lo suyo. Juliana se acomodó mejor y Kelly aguantó la respiración para dar el primer disparo que vendría acompañado de una lluvia. Un coche las interceptó por el costado de la pelirroja, la cual logró mantener el coche en su carril. León chocó el auto y las chicas hicieron lo mismo, Kelly le iba a disparar cuando reconoció al fantasma que conducía. Kelly disparó y él saltó al cofre de Leon antes de que su motor explotara. Juliana derrapó y ambas salieron.

—Hola, Kelly— sonrió, su voz sonaba tan raposa que apenas y se escuchaba. La susodicha seguía anonadada.

—Dijiste que lo habían matado— tomó a Leon por el cuello, igual que como jaloneó al Pequeño Don Nadie.

—Deckard no hizo el corte profundo.

—No le eches la culpa.

—Pero él empuñó el arma.

—Debiste asegurarte.

—Suéltalo— Juliana iba al rescate de su esposo.

—No hasta que responda.

—Ni que fuera tan difícil de adivinar.

—Oigan.

—Lo vas a romper.

—Yo le enseño a romper un cuello.

—Ya entendí— se zafó del agarre.

—Pues no parece— espetó—, a la otra entiende el significado de "sin prisioneros".

—Nadie dijo eso.

—Iba Deckard, es el experto en eso, ¡yo lo mato!

—¡Oigan, sigo aquí! — exclamó Ashton al verse relegado.

—Sí Simon— dijo Juliana—. No puedes matar a tu esposo.

—¿Quieres ver?

—No me llamo Simon.

—¿Entonces? — inquirió la pelirroja.

—Soy Ashton Brw...

—Solo es uno de tus alias y no me interesa— Kelly le dio un puñetazo sacándole sangre de la nariz y derribándolo de una.

—Torreto, Strong— llamó Dom por el comunicador.

La otra TorettoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora