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—Tienes que ir a un hospital

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—Tienes que ir a un hospital.

—Estaré bien.

—¿Por qué no me lo dijiste?

—Ni yo lo sabía, recuerda que el DIU me hizo irregular, supongo que perdió efecto.

—¿Llevabas más de diez años con él, no?

—Así es.

—Debo revisarte.

—Llevo varias horas inconsciente, creí que ya lo habrías hecho.

—No sin tu consentimiento.

—Eres mi esposo.

—No haré nada con lo que no estés de acuerdo.

—Deckard— su voz se quebró.

—No fue tu culpa.

—Siento que soy un lastre.

—Hobbs te cuidó en todo momento.

—Hay algo importante que debo decirte.

—¿Tiene que ver con tu reacción cada que halas con Owen?

—Sí, yo...

—No te sientas forzada a decirme.

—Es tu hermano y necesitas, mereces saber.

—¿Quieres saber algo?

—¿Qué pasa?

—Dom estaría orgulloso de ti, porque condujiste un camión semi inconsciente.

—No soy tan fantástica.

—¿Lo dudas?

—Parece que tú no dudas de mí.

—Por algo eres mi esposa.

—Hemos pasado por el bache más grande de nuestro matrimonio y no dejas de ser un cursi.

—Lo repito, señora Shaw— suspiró con pesadez mientras la acomodaba en el catre—. ¿Qué piensas?

—No hablamos de esto, de si tú querías.

—Claro que sí, te dije que te veías hermosa con tu sobrino y te pregunté si lo habías considerado.

—Sí.

—¿Con Leon?

—Sí.

—Tendremos los nuestros— besó su sien y ella lloró en sus brazos.

***

Samoa

—¿Estás bien?

—Gracias por ayudarme.

—Prometiste ayudarme.

—Y la promesa sigue en pie.

—¿Crees poder con esto?

—¿Solo porque perdí un bebé mi moral, autoestima y todo en lo que creo se verán afectados? No, si así lo requiere la misión, te pondré una bala entre ceja y ceja y otra en elcorazón.

La otra TorettoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora