*Basada en la saga Rápidos y Furiosos*
El señor Toretto murió en un accidente de carreras, Jakob huyó y Dom fue enviado preso, así que Kelly se vuelve la cabeza de familia. Ahora que están reunidos todos los Toretto, compiten en carreras callejeras...
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—Alguien es amante de las porristas.
—Cállate.
—No es lo que acostumbramos, pero se ve bien.
—Sé que desvías mucho la mirada, ve con ella.
—¿No estás celosa?
—Para nada, ya debemos dar el siguiente paso.
—¿Ah sí?
—No dejarás de ser mi mejor amigo solo porque estés con la chica.
—Eres encantadora.
—Tú lo eres más— recibió el beso en la mejilla y se quedó sola un momento.
—Esa sonrisa no es igual a la que vi en el avión.
—¿Estás celoso?
—Quiero ver cómo termina, conozco a todos con los que has estado.
—Quizá sea diferente.
—¿Durmió en tu cama o tú en la de él?
—¿Hay alguna diferencia?
—Claro que no— sonrió y le entregó la cerveza.
—Llegó Don Nadie y su asistonto.
—Ya deberías dejarlo en paz.
—Claro que no, se pone de pechito— rio por lo bajo.
—Y no lo vas a desaprovechar.
—Claro que no— sonrió—. Mira. Los dejaré solos.
—Quédate, esto se pondrá interesante— Deckard la sujetó de la muñeca, la chica se paró en medio de ambos, pero no fue soltada.
—Seguro que sí.
—¿Qué te hizo pensar que lo haría?
—Fraternidad. Vi cómo miraste a Cipher, sabía que querías vengarte. Me alegra haberlo hecho— estrecharon sus manos.
—No puedo creer que hayas ido a ver a mi madre.
—Eso fue idea suya.
—¡Oye! — se rio la rubia—. Te dije que yo lo respaldaba en todo.
—¿Vienes?
—Por supuesto— entrelazaron sus manos, fueron a la mesa, cedió la silla a ella y, cuando se hubieron sentado, él la jaló para atrapar sus labios—. Ya se te hizo costumbre— sonrió sobre los labios de él.
—A ti también te gusta.
—No me molesta— sonrió con picardía.
—Nadie ha dicho nada, seguro los amenazaste.
—Para nada, salvaste al hijo de Dom, ¿qué mayor gratitud que ver a ese niño sonreírle a su padre?
—Me han oído decir que a la familia jamás se le da la espalda— habló Dom cuando todos estuvieron a la mesa—. Y les doy las gracias por no haberme dado la espalda a mí. ¿Quieres conocerlos? Está bien. Amigos, les presento a Brian.
—¡Por Brian! — Kelly alzó su cerveza a tiempo que Deckard ponía su brazo en el respaldo de ella.
—Bienvenido a la familia, Brian.
—Creo que es mi turno de bendecir la mesa— tomó asiento y todos se dieron la mano—. Te damos gracias por darnos una familia, te alabamos, gracias por darnos la fuerza...
