Lara tiene 19 años y hace 10 que se mudó a Barcelona. Cuando llegó con su padre recién divorciado, se instalaron en la ciudad en un pequeño piso en el centro y su vida cambió por completo. Pasó de vivir con sus dos padres y su hermano en Galicia, a...
- ¿¡Donde coño está el niño?! -le grité a Maddie - ¡No lo sé! Me giré unos segundos para darle indicaciones a unas personas mientas Pedri estaba en el baño y cuando me volví hacia Matt ya no estaba - ¿¡Como se te ocurre quitarle el ojo de encima en un parque así?! - Oye, no me eches la culpa, tú eres su niñera, te hubieses quedado con él
Me entraron unas enormes ganas de golpearla, pero no era el momento. Tenía que encontrar a Matt como fuese.
- No es hora de discutir -dijo Sira- vamos a buscarlo, separémonos en grupos
Sira, Ferran y Maddie fueron por un lado, Ansu y Pedri por otro y yo seguí a Gavi. Éramos las personas con las que mejor se llevaba Matt y si a alguien les haría caso sería a nosotros, o a Gavi al menos, ya que tenía una rara obsesión por él.
Buscamos por toda la zona, preguntándole a la gente si habían visto a un niño de 5 años rubio, pero nadie sabía nada. La angustia y la desesperación empezaron a oprimirme el pecho y me empezaron a escocer los ojos.
- Joder Gavi, que no lo encontramos, que seguro que lo han secuestrado y ahora mismo está siendo enviado a Turquía donde van a vender sus organitos y yo voy a ir a la cárcel
Empecé a hiperventilar. Gavi se paró en medio de la calle y me llevó a un lugar apartado.
- Mírame -dijo
Cogió mis mejillas entre sus manos e hizo que lo mirase a los ojos.
- Tranquila, vamos a encontrarlo - ¿Y si no?
Una lágrima cayó por mi mejilla sin que pudiese evitarlo. Solo tenía que hacer una cosa, solo una: cuidar de Matt, y lo había hecho de pena. Había sido una terrible idea traerlo con nosotros.
Gavi secó mi lágrima con su dedo y dejó un beso en mi frente.
- Te prometo que aunque sea lo último que haga, encontraremos a Matt
Asentí despacio y me atrajo hacia él abrazándome. Pasé los brazos alrededor de su cintura y dejé que mis ojos llorasen contra su sudadera mientras me acariciaba la cabeza. Respiré hondo y su olor me inundó las fosas nasales, olía tan bien.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Vamos -dijo
Nos separamos y entrelazó sus dedos con los míos para salir de allí. Seguimos buscando a Matt, pero todavía no lo encontrábamos y por un momento pensé en llamar a la policía, pero de repente mi móvil empezó a sonar y descolgué la llamada al ver que era Sira.
- Lo hemos encontrado -dijo- estamos delante de la lanzadera
Sonreí sintiendo como el nudo de mi pecho se aflojaba y agarré la mano de Gavi para salir corriendo de allí.
Llegamos a donde estaban y corrí a abrazar a Matt.
- Dios mío qué susto me has dado -susurré apretujándolo - Ayy -se quejó - Escúchame bien, nunca más vuelvas a irte solo, ¿queda claro? - Si -asintió- perdón