The Way I Loved You - Gavi

Capitulo 24

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Hoy jugaban el primer partido del mundial contra Costa Rica. Nada más salir de clase a las 12, había llamado a Pedri para darle ánimos, habíamos estado hablando unos minutos y después había tenido que colgar.

Cuando llegué a casa, papá sea acercó a mi sonriendo y arrugué las cejas, extrañada por su cara de felicidad. Algo malo iba a pasar.

- ¿Que pasa? -pregunté
- Nos vamos a Galicia -sonrió
- ¿Que?
- Tu hermano y tu abuela no pueden venir porque la abuela se ha caído y está algo débil
- ¿Pero está bien?
- Si,si, pero no pueden desplazarse, así que tendremos que ir nosotros
- ¿Que día nos vamos?
- Del 23 al 10 de enero
- ¿Que? Pero si mi cumpleaños es el 4 de enero, ¿no podemos volver antes?
- Hija, pasas aquí todos tus cumpleaños, la abuela también quiere celebrarlo
- Pero cumplo 20, y es el primero que celebro con Pedri como novios, y Sira vuelve el 2 de Nueva York explícitamente por mi cumple
- Lo siento, pero ya he cogido los billetes

Asentí y dejé caer la mochila en el sofá. Me senté de golpe y me crucé de brazos.

- Es un año, te quedan muchos para celebrarlos con Pedri, tranquila -dijo
- Eso ya se verá

Suspiré y me fui a mi habitación. Quería llamar a Sira, pero no habíamos hablado desde que se habían ido y me daba miedo como pudiese reaccionar. Era obvio que estaba enfadada y no le hacía ninguna gracia que estuviese con Pedri, pero era mi vida, yo tenía derecho a poder decidir sobre ella.

Por la noche, me senté en el sofá para ver el partido. Grité en cada uno de los goles que metieron, y cuando vi el de Gavi una corriente me atravesó el cuerpo. Sonreí feliz cuando ganaron y le mandé un par de mensajes a Pedri para felicitarlos. Después cené y me fui a la cama, sabía que no me iba a responder pronto ya que estarían celebrándolo, así que me dormí enseguida.

10/12
Habían perdido contra Marruecos en penaltis. Quedaban fuera del mundial, y entre los gritos de mi padre y las imágenes cuando enfocaban a los jugadores, a mi solo me dieron ganas de llorar. Sobretodo, lo que más me dolió fue ver a Pedri en el suelo, con una cara de decepción enorme. Eso fue lo que desató mis lágrimas.

Quería llamarlo, pero sabía que no iba cogerlo, obviamente. Deseaba estar allí y abrazarlo, pero tendría que esperarme hasta el día siguiente hasta que volviesen. Solo pude mandarle unos mensajes y rezar porque los viese pronto.

Al ver que sus mensajes no llegaban, tuve que obligarme a cerrar los ojos y dormir.

Al día siguiente, me levanté a las 11 y lo primero que hice fue mirar el móvil, pero todavía no había respuesta de Pedri. Más o menos, si salían a primera hora, llegarían aquí a la 1, así que solo tenia que hacer tiempo dos horas más.

Para pasar las horas más rápido me puse a estudiar, el primer examen lo tenía el 22, y había aprovechado mucho el no tenerlos por aquí para centrarme. En cuanto volviese sabía que sobre todo Pedri me iba a quitar las ganas de estudiar.

Sin darme cuenta, ya eran las 2, y me levanté corriendo para coger el móvil cuando escuché que sonaba. Era Pedri, por fin. Su mensaje me sacó una sonrisa, y corrí fuera de la habitación para abrir la puerta.

- ¿Me has echado de menos? -sonrió

Me eché a sus brazos y lo abracé por el cuello. Me agarró por la cintura y cuando volví al suelo me besó con fuerza.

- Por fin has vuelto -sonreí- pasa

Me aparté de la puerta y cerré cuando ya estuvo dentro. Lo llevé de la mano a mi habitación y me senté en la cama enfrente suya.

- Estoy muy orgullosa, lo habéis hecho genial -sonreí
- Si bueno, podría haber estado mejor, pero estoy contento, ¿y tu? ¿Solo has estudiado? -rió
- Solo, solo