Capítulo 87

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-NARRA LARA-
Me desperté en cuanto sentí la luz entrar por la ventana, pero no quería abrir los ojos. No quería enfrentar otro día porque sabía que sería uno menos para irme, para dejarlo aquí.

Sentía mi corazón tan lleno, con tanto amor, que sabía que en cuanto pusiera un pie en ese avión la mitad se quedaría aquí, una mitad de mi se quedaría con Gavi y dejaría de estar feliz.

No podía ni explicar cómo me sentía con la sorpresa de ayer. Que llamase a la radio, que me regalase la entrada para Taylor. Dios, ni siquiera me parecía real aún, como si fuese un sueño.

Pero era real. Gavi estaba a mi lado, abrazándome mientras dormía. Estaba durmiendo al lado del amor de mi vida y en cuatro meses iría con él a ver a la persona que siempre había soñado.

Me pegué más a su pecho, negándome a levantarme aún. No sabía qué hora era, pero no debería de ser muy tarde.

Levanté un poco la cabeza y me quedé viéndolo dormir. Era una de mis cosas favoritas, mirarlo mientras dormía. Parecía una psicópata seguramente, pero me encantaba contar sus lunares una y otra vez. Era como si tuviese una constelación en su rostro, tan bonita como miles de estrellas en un cielo oscuro.

- ¿Otra vez contando mis lunares? -susurró

Sonreí al escucharlo.

- Me has vuelto a pillar -dije
- Siempre lo hago cariño

Me levanté un poco sobre su pecho para mirarlo. Gavi abrió los ojos y sonrió levemente, todavía medio dormido.

- Buenos días -dijo
- Buenos días mi amor

Le di un suave beso, acariciando su mejilla con la yema de mis dedos.

- Hoy es nuestro último día juntos -dijo
- Y mañana
- Pero mañana estarán todos
- ¿Y que? -reí
- Que no te tendré para mi solo -arrugó las cejas
- También me tengo que despedir de ellos amor, tú me acompañarás al aeropuerto
- Y Sira y Pedri y Alba
- Celoso -reí
- No soy celoso, es que te quiero para mi

Me abrazó, haciéndome subir sobre su pecho.

- Pues hoy me tienes toda para ti -sonreí- menos la cena, tengo que ir con papá

Asintió con un puchero que me hizo reír. Le di muchos picos, consiguiendo sacarle una sonrisa.

- Me voy a duchar -dije- hazme el desayuno
- Oye, mandona
- Me voy pasado mañana, me lo merezco

Me levanté de la cama y puso los ojos en blanco desde su sitio. Le saqué la lengua y entré riendo en el baño. Me di una ducha, intentando no pensar mucho en que cada minuto que pasaba era uno menos para irme. Pero era imposible.

Salí a la habitación ya seca. Gavi se había ido, dejando sobre la cama mi ropa. A veces le gustaba elegir lo que iba a ponerme, muchas veces a decir verdad. A mi no me importaba, me parecía adorable que me escogiese la ropa, y aunque nunca se lo admitiría, tenía mejor gusto que yo.

Bajé a la cocina cuando estuve lista, viendo cómo Pablo preparaba un gofre en la máquina que Pedri había comprado.

- ¿Bien? -reí
- Esto es una mierda, ¿pero por qué salen tan blandos?

Solté una carcajada y se giró mirándome con la frente arrugada.

- Que le den -dijo

Dejó los dos gofres en un plato y lo puso frente a mi, con el café en mi taza de perritos que me había comprado una vez. Al final mi padre iba a tener razón y me había mudado sin saberlo.

Probé el gofre, y aunque es verdad que aún no le salían muy bien, estaban ricos.

- Están bien amor -dije
- Si, seguro
- Que sii -reí- prueba

The Way I Loved You - GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora