Capitulo 61

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Me desperté con el ruido de la puerta al abrirse. Papá entró en la habitación y me obligó a levantarme.

- Papá me muero de sueño -me quejé, tapando mi cabeza con la almohada
- No haber llegado tan tarde, que menudas horas
- Encima que os traemos churros
- Levanta anda, que son las 2, baja a comer

Suspiré cuando salió de la habitación y me levanté a duras penas. Me di una ducha rápida para despertarme y bajé en pijama a la cocina, no pensaba salir de casa el resto del día.

- Menudas horas de llegar, miraos, que parecéis zombies -dijo la abuela
- Celia, la juventud es para disfrutarla -dijo Martín
- Pero con límites hijo -dijo Ramón- en fin

Comimos mientras ellos hablaban. Martín y yo no decíamos ni mu, cansados por la noche anterior y con más ganas de dormir que de vivir.

- ¿Ya puedo volver a la cama? -pregunté cuando acabé

La abuela suspiró y papá se cruzó de brazos.

- Está bien -dijo la abuela- iros anda

Martín y yo corrimos escaleras arriba y nos acostamos en mi cama. Me metí por dentro de las sábanas y Martín hizo lo mismo.

- Me muero -dijo
- Es tu culpa, quisiste tantos churros -reí
- Cállate, a dormir

Me giré dándole la espalda y me quedé dormida en cuanto cerré los ojos.

Horas después, me desperté por los quejidos de Martín.

- Apaga eso por dios -se quejó

Me levanté en busca de mi móvil, que vibraba sin parar por la puta alarma. Vi la hora, las 9:30 de la noche, el partido empezaba en media hora y no le había dicho nada a Gavi, del que tenía un montón de mensajes.

Le deseé mucha suerte a pesar de que sabía que no lo leería a estas alturas, y me tiré en la cama para mover a Martín.

- Venga va, que va a empezar el partido -dije
- Joder, a veces odio que tu puto novio sea futbolista

Reí y bajé corriendo al salón, donde papá y Lucas ya estaban frente a la televisión mientras Ramón y la abuela traían la cena para dejarla sobre la mesa.

- Dejadme un sitio que juega mi novio -dije sentandome entre ellos
- Tu novio perderá -dijo lucas
- Ya quisieras

Martín bajó unos minutos más tarde y todos nos sentamos en los sofás a mirar el partido.

Grité cuando marcaron el primer gol, y Lucas se fue enfadando minuto a minuto cuando veía la derrota más y más cerca.

Después del descanso, cuando volvíamos a estar enfocados en el partido, el timbre de la puerta sonó y todos nos miramos extrañados. No esperábamos a nadie y era algo tarde ya.

- Martín ve tú -dije- que no estás viéndolo
- Joder

Se levantó del sofá y fue hasta la puerta. Unos minutos después, apareció en el salón con dos policías detrás y una cara pálida. Todos los miramos confusos, y uno de ellos habló.

- Buenas noches ¿está aquí Tomás Pombo?

Papá se levantó.

- Soy yo
- ¿Podríamos hablar un momento con usted?

Papá asintió y salió del salón con los agentes. Dejamos de prestar atención a la televisión, extrañados por la presencia de los oficiales en casa, sin saber a qué se podía deber su presencia.

Nos levantamos cuando los tres volvieron a la sala.

- Niños, sentaos, tenemos que hablar -dijo papá
- Nosotros nos vamos -dijo la abuela
- No -contestó papá- quedaos todos, es importante

The Way I Loved You - GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora