-NARRA LARA-
Escuchar la voz de Pablo a través del teléfono fue como un rayo de luz en medio de toda la oscuridad. Pero duró bien poco cuando Guille volvió a taparme la boca y se fue de la habitación donde me tenía.Miré a mi alrededor cuando Guille me dejó sola de nuevo. Estaba sentada en el suelo, en una habitación minúscula, todo lleno de polvo y suciedad. Apenas entraba luz, únicamente por unas rejillas que había en la parte alta de una de las paredes.
No sabía dónde estaba, me dolían las manos por la cuerda que las ataba, y tenía tanto miedo y estaba tan asustada que no había dicho ni una sola palabra, no hasta que escuché a Pablo.
No podía hacer otra cosa más que rezar porque me encontrasen, que pudiese salir de allí de alguna manera, o que Guille se arrepintiera y me soltase. No entendía cómo una persona podía haber cambiado tanto en días, como no me di cuenta antes de lo desequilibrado que estaba.
Volvió y encogí mis piernas cuando se acercó. Destapó mi boca y aparté la cara a un lado cuando quiso tocarme.
Cogió una silla y se sentó frente a mí, observándome.
- Tranquila -dijo- en nada Gavi me traerá mi dinero y nos iremos
- No voy a ir contigo a ningún lado
- Sí, sí vas a venir
- Lárgate con el dinero y suéltameSe levantó de la silla y se agachó cerca de mi cara. Cerré los ojos con fuerza, apretándome contra la pared que tenía detrás cuando pasó sus nudillos por mi mejilla.
- Vas a venir conmigo -dijo- y vas a quererme por todos los años que no lo hiciste
- No voy a quererte nunca, ¿crees que querría a alguien que me ha secuestrado?
- Todo se puede, y sino, al menos te separaré de él y sufrirá toda su vida por no haber podido protegerte
- Estás loco
- No estoy loco, te quiero, ¿no lo ves?Lo miré con odio, con asco y repugnancia. ¿Cómo había podido estar con esta persona? ¿Cómo había podido quererlo alguna vez?
- No le haces daño a alguien a quien quieres -dije
- No te hago daño, solo impido que huyas
- ¡Me tienes secuestrada!
- Estoy haciendo lo mejor para ti, él no te merece, yo puedo hacerte felizApreté los labios aguantando el llanto.
- Él me hace feliz, déjame salir, déjame volver con Gavi
- ¡No vas a volver! No lo vas a volver a ver en tu vidaUna lágrima cayó por mi mejilla y Guille la quitó con su horrendo dedo. No podía ni imaginarme no ver a Pablo nunca más, no podía pensar que la última vez que lo había visto había sido después de que ese estupido ascensor se cerrase. Tenía que salir de aquí y teníamos que ser felices, nos lo merecíamos. Tenía que salir todo bien, tenía que volver a su lado y quedarme para siempre con él.
- No llores -dijo Guille- aprenderás a vivir sin él y poco a poco aprenderás a quererme
- No voy a aprender a quererte, no voy a quererte nunca porque eres un monstruo, te mereces lo peorAcercó su cara a la mía y la giré para no verlo. Rozó su nariz con mi mejilla y quise vomitar ante su tacto.
- Compórtate -dijo- o las cosas acabarán muy mal. Nos iremos en unas horas
Por fin se levantó alejándose de mí. Me miró desde su posición y después salió, cerrando la puerta y dejándome sola de nuevo, llorando sin remedio al no poder hacer otra cosa.
-NARRA GAVI-
El mensaje de Guille llegó poco después de la llamada. Quedaríamos a las 9 en unas fábricas abandonadas que estaban a una hora de camino. El localizador de la policía no consiguió una ubicación exacta, pero sí un rango de unos 3 kilómetros donde podían estar. Y en esos tres kilómetros estaba esa fábrica, así que Lara tenía que estar allí.
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The Way I Loved You - Gavi
FanfictionLara tiene 19 años y hace 10 que se mudó a Barcelona. Cuando llegó con su padre recién divorciado, se instalaron en la ciudad en un pequeño piso en el centro y su vida cambió por completo. Pasó de vivir con sus dos padres y su hermano en Galicia, a...