The Way I Loved You - Gavi

Capitulo 31

3 de enero. Mañana era mi cumple y apenas eran las 12 de la mañana y ya estaba nerviosa. Era el mejor día del año, al menos hasta los 30, según mi padre.

Lo de ir a comer pulpo lo dejaríamos para mañana por la noche, a nadie le apetecía arreglarse después de lo de ayer.

Bajé corriendo a la cocina, y el olor a café hizo que me rugiesen las tripas. Lo tenía algo revuelto por el alcohol de anoche, pero nunca le decía que no a un café caliente.

- Buenos días -sonrió Ramón- ¿café?
- Por favor

Me senté en la mesa y Ramón me sirvió café en una taza. Me acercó un plato con tostadas y cogí una.

- ¿Y la abuela? -pregunté
- Está en el jardín, recogiendo unas flores
- Qué energía tiene por las mañanas
- Si -rió
- ¿Papá y Lucas se han levantado?
- Tu padre ha salido a por unas cosas que le mandó Celia, y tú hermano sigue durmiendo, no hay quien lo despegue de la cama

Puse los ojos en blanco riendo y me acabé el desayuno.

- Me voy a estudiar -dije

Subí las escaleras y fui a mi habitación. Me puse la primera ropa que encontré para estar por casa y me senté frente al escritorio. Como no aprobase me iba a morir. Ayer había salido y estudiar era lo último que me apetecía hacer, pero tenía que hacer algo para no catearlas todas.

Horas después, bajé a la cocina cuando la abuela me llamó para comer. Arrugué las cejas cuando vi que había judías, y la abuela me apuntó con la espátula.

- No protestes, seguro que no las comes en todo el tiempo que estás en la ciudad -dijo
- Menuda víspera de cumple

Nos comimos las judías como pudimos. A nadie le gustaban, solo a la abuela, pero se empeñaba en que teníamos que comer verduras. Se pensaba que nos alimentábamos a base de hamburguesas y comida basura en Barcelona, y aunque no era tan exagerado como ella pensaba, razón no le faltaba. Tampoco echaba de menos las verduras.

Por la tarde me quedé en el sofá viendo películas con Lucas. Martín me había mandando mensajes y Aurora también, pero seguía pensando en lo de ayer y no me apetecía tener que ver a Gavi y enfrentarme a eso.

Para mi mala suerte, el timbre (ya arreglado por fin, de momento) sonó, y cuando papá abrió la puerta escuché la voz de Aurora y Gavi.

- ¡Hola corazon! -sonrió abrazándome- ¿cómo vas con la reseca?
- Yendo -rei- estudié algo a la mañana pero no puedo más
- Relájate, ¡que mañana es tu cumpleaños! -sonrió emocionada

Se sentó a mi lado y Gavi se puso al lado de su hermana. No me había hablado, pero sentí su mirada.

- ¿Qué hacemos hoy? -preguntó Aurora
- Yo Voto por descansar -dije
- Yo también -dijo Gavi
- ¿Y Martín? -preguntó la rubia
- Ha quedado con no sé quién, por la noche se pasa

Aurora asintió y decidimos ver una película. No me apetecía hacer nada, y mucho menos hablar. Al menos así no era tan incómoda la situación con Gavi.

La abuela empezó a poner guirnaldas y un montón de números 20 por toda la casa, para que nos quedase bien claro cuántos cumplía su nieta mayor. Estaba casi incluso más emocionada que yo, y también triste, no paraba de recorrer la casa recordando cuando era pequeña.

De un momento a otro, se acercó a donde estábamos con el álbum de fotos. Hora de pasar la peor vergüenza de mi vida.

- Mirad que mona era por dios, tenía unos mofletes de ardilla -sonrió sentándose entre Gavi y Aurora
- Pero que mona -rió Aurora
- Y esta foto desnuda, le encantaba pasearse en pelotas por la casa
- Abuelaaa -le reñí