Extra 3: Cuarto aniversario

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Contexto: 18 de mayo de 2033, no tienen hijos aún. Lara tiene 30 años y Gavi 28, cumple 29.
-NARRA GAVI-
Me desperté con la luz que entraba por las enormes ventanas de nuestra habitación de hotel, las cuales daban a la terraza. Mi mujer dormía plácidamente, con su espalda pegada a mi pecho y su cabeza apoyada sobre la almohada con mi brazo por debajo. Nuestras piernas se enlazaban por debajo de la fina sábana, y su cara y pelo brillaban por el sol que se colaba a través de los cristales. Me apoyé sobre mi codo para observarla mejor. Estaba tan preciosa, no me podía creer que hoy cumpliésemos cuatro años de casados. Era mi vida.

Le besé el hombro con cariño, bajando por su clavícula. Escuché su sonrisa y como respiraba hondo cuando mis labios llegaron a su cuello. Se giró quedando de frente a mi, abriendo sus preciosos ojos y sonriendo cuando me vio.

- Buenos días -dijo.
- Buenos días mi vida.

Besé sus labios y sus dedos acariciaron mi pelo con cariño.

- Feliz aniversario -susurró.
- Anda, te has acordado -reí.
- ¡Siempre me acuerdo! Además, no estamos en Bali por nada.

Sonreí volviendo a besarla. Nos quedamos en la cama besándonos y haciéndonos los remolones durante al menos media hora, hasta que sus tripas gruñeron pidiendo desayunar.

- Tengo hambre -suspiró.
- Ya veo -reí- ¿llamo a recepción?
- Sí -hizo pucheros.
- Siempre complaciéndote -sonreí levantándome de la cama para ir a por el teléfono de la habitación que daba a recepción.
- Y por eso eres el amor de mi vida -sonrió.
- Yo pensaba que era por como follaba.
- Sí, pero quedaba feo decirlo.

Cogí un cojín del suelo y se lo tiré a la cara mientras reía. La recepcionista cogió mi llamada y le pedí un desayuno completo para subir a la habitación. Dejé el teléfono en su sitio y volví a la cama con mi preciosa mujer.

- ¿Qué tenemos que hacer hoy? -pregunté sentándome contra el cabecero.
- Pablo -sonrió sentándose a horcajadas sobre mi. Ese simple gesto hizo que la sangre me bajase a la entrepierna, pero era muy difícil controlarme con la mujer que tenía encima en ropa interior- te lo repetí tres veces, y ayer otra vez.
- Es que son tantas cosas, llevamos aquí dos días y no hemos parado. ¿No podemos relajarnos un día en el hotel?
- Después de que nademos con tiburones sí.
- ¿Tiburones? ¿Acaso quieres matarme? Ya hice dos safaris contigo y me enfrenté a animales salvajes.
- Pero si estos son inofensivos -rio- me hace mucha ilusión jo.
- Amor, no quiero morir. ¿Y si me comen?
- Que no va a pasar nada bobo.
- No quiero dejar este mundo sin descendencia.
- Ay, Pablo -sonrió- venga -hizo pucheros.

La miré como un puto idiota enamorado. ¿Como podía seguir explotándome el corazón cada vez que la miraba si hacía cuatro años ya que compartía mi vida con ella? Lara sonrió y sus labios se unieron con los míos, con sus manos acariciando mi mandíbula. Cerré los ojos y apoyé la cabeza contra el cabecero cuando bajó sus besos a mi cuello, y apreté su culo con mis manos cuando mordió mi sensible piel.

- Eso es chantaje -susurré.
- ¿El qué? Besar a mi marido.
- Ya sabes el qué -jadeé cuando su cintura se onduló sobre mi- joder Lari, voy a tener que abrir la puerta con una erección de caballo.

Levantó su cabeza de mi cuello mientras se descojonaba de la risa. Arrugué las cejas enfadado y cogió mi cara dándome un suave beso.

- Me voy a duchar -se levantó de encima de mi dejando mi bulto a la vista- bájate eso antes de abrir, solo yo puedo verlo.
- También podías bajarlo tú que eres la culpable.
- Es muy temprano -rio metiéndose en el baño.

The Way I Loved You - GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora