31- Final

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-NARRA GAVI-
Gala nació el 22 de febrero de 2041. Fue nuestra última hija, esta vez sí.

Cuando Gala nació, nos costó muchísimo decidir su nombre. Era nuestra única hija y todos nos daban opciones, pero a Lara no le convencía muchísimo. Hasta que Pedri dijo "Gala". A mi mujer se le iluminó la cara cuando escuchó ese nombre, y la verdad es que a mi también. Era como una fusión de nosotros: GAvi y LAra. Nos enamoró. Pedri como compensación fue su padrino, y Aurora casi nos suplicó serlo también, así que ambos se convirtieron en padrinos de mi hija, al igual que eran los de Leo. Así había menos lío a la hora de traer la rosca.

Gala era una copia en miniatura de Lara, así como los niños eran iguales a mí, la pequeña se parecía a su madre en todo, incluida la mala leche. Apenas tenía tres años y sabía cómo dominar a sus hermanos mayores, y a mí. Tampoco es que tuviese que esforzarse mucho conmigo, era la niña de mis ojos y no sabía decirle que no a prácticamente nada.

La cuidaba demasiado, y mi mujer siempre me decía que era demasiado protector, pero no podía evitarlo. Sobre todo cuando sabía que iba a ser igual que su madre y que todos los tíos iban a ir detrás de ella. Al menos conmigo y sus hermanos se lo pensarían dos veces antes de acercarse a mi niña. Lara se reía de mí por pensar eso cuando aún era casi un bebé, pero yo ya estaba preocupado.

Hoy a 15 de julio nos estábamos preparando para ir a Galicia. Hace justo cuatro años, poco después de que Lara se enterase de que estaba embarazada, su abuela falleció debido a un cáncer. Mis padres vinieron para quedarse con los niños, ya que no nos parecía algo muy agradable para ellos siendo aún tan pequeños. Nosotros viajamos a Galicia y nos quedamos allí unos días, ayudando al padre de Lara con los papeles y todo el lío. Mi mujer pasó un año muy difícil, incluso el embarazo se volvió de riesgo debido a la pérdida de apetito que tuvo por la tristeza y lo poco que se levantaba de la cama. Tuve que cuidar de ella y también de los niños que no dejaban de preguntar por qué su madre estaba tan triste. Gracias a dios que cuando nació Gala, Lara pareció recuperar la alegría y poco a poco fue mejorando.

La pequeña no pudo conocer a Celia, y Leo apenas la recordaba, pero Lara se encargaba de contarles cosas de ella cada día y de enseñarles fotos. El día que falleció fue un golpe muy duro para todos.

- ¡Mami! -gritó Noah- Gala no me devuelve el dinosaurio
- ¡Papi! -gritó la pequeña

Lara y yo nos miramos riendo mientras cerrábamos las maletas de los niños.

- Al menos hay uno tranquilo -rió mirando a Leo, que jugaba sobre nuestra cama con unos coches
- Voy a ver que pasa -sonreí besando la cabeza de Lara

Seguí el ruido de los gritos de mis hijos hasta la habitación de Noah, donde mi hija de tres años cogía sus dinosaurios y Noah de 7 se los intentaba quitar, haciendo que la pequeña gritase.

- ¡Papá dile que me los de! -gritó Noah
- A ver niños

Me agaché para coger a Gala en brazos, que se agarró a mi cuello con una mano y con la otra sujetaba el muñeco de Noah.

- Ño quiero -dijo Gala
- ¡Papá me lo va a romper!
- Noah, hay que compartir los juguetes
- ¡No! Son míos, no son cosas de chicas
- Cariño, ningún juguete es de niños o niñas. Tienes muchos dinosaurios, ¿por qué tu hermana no puede jugar con uno?
- ¡Porque no! Los va a romper
- No va a romperlos, y si lo hace, te compraremos otro
- Yo no juego con sus muñecas
- Porque no quieres, pero Gala te los deja ¿a que si bebé?
- Chi -dijo

Me puse de rodillas y miré a mis dos hijos.

- Noah cariño, tú eres el mayor. Tienes que enseñarle a tus hermanos que hay que compartir las cosas y que no se deben romper, ¿por qué no juegas con Gala?
- Vaale -suspiró
- Enséñale como jugar, es pequeña
- Está bien

The Way I Loved You - GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora