The Way I Loved You - Gavi

20- Suéltala

-NARRA LARA-
Cerré los ojos cuando el agua de la ducha cayó sobre mi cuerpo, pero los abrí al instante cuando los recuerdos de hace unas horas aparecieron por mi mente.

Me eché gel en las manos y las pasé por todo mi cuerpo, frotándome sin parar, intentando borrar así de alguna manera el sentimiento de que sus manos se habían quedado marcadas sobre mi piel.

Me quedé un buen rato bajo el agua hasta que ya no había más que frotar. Escuché la puerta abrirse y me asusté, girándome con la toalla sobre mi cuerpo.

- Perdón -dijo Gavi- solo quería ver como estabas, tardabas mucho
- Estoy bien

Parecía que iba a irse, pero en lugar de eso cerró la puerta y se acercó a mi, abrazándome por detrás de los hombros y besando uno de ellos.

- Quiero que cuentes conmigo para lo que sea -dijo- sé que no estás bien, y no pasa nada, es lo más normal del mundo, pero déjame ayudarte
- ¿Como?
- Estando contigo, acompañándote, deja que cuide de ti

Lo miré a través del espejo y besó mi cabeza.

- No sé si podré hacerlo -dije
- Sé que no es fácil, pero podrás, puedes con todo
- ¿Tu crees?
- No lo creo, lo sé, eres la mujer más fuerte que he conocido nunca. Podrás con esto y mucho más

Giré mi cuerpo entre sus brazos, quedando frente a Gavi. Me puse de puntillas y me acerqué a su cara, besándolo. Cogió mi cara entre sus manos y siguió el beso con el ritmo lento que yo marcaba.

- Gracias -dije
- Deberíamos bajar, no sé cuánto tiempo aguantará Pedri solo con tu padre
- Si -sonreí

Salimos del baño y arrugué la frente cuando me di cuenta de que no tenía más ropa, ni siquiera bragas.

- No tengo ropa- dije
- Esta tarde vamos a por ella, mientras te dejo de la mía
- ¿Puedo quedarme aquí cuando vayáis? No me apetece entrar allí
- Claro amor, uno de nosotros se quedará contigo para no dejarte sola

Asentí y me acerqué a su armario para coger un pantalón y alguna camiseta, y un calzoncillo ya que no tenía otra cosa.

Cuando terminé de vestirme, los dos bajamos a la cocina, donde papá y Pedri hablaban bastante tranquilos.

- Ya estamos -dijo Gavi
- Genial -dijo Pedri- sentaos, la comida ya está

Los cuatro nos sentamos a la mesa, y al principio fue todo algo incómodo, pero poco a poco fue saliendo alguna conversación en la que todos participamos.

- Tengo una pregunta -dije

Los tres me miraron, y yo miré a papá.

- ¿La abuela sabía todo?
- No -dijo
- Normal
- Lari
- Solo quería saberlo, ¿piensas contárselo?
- Sí, cuando vuelva
- Buena suerte

Metí otra cucharada en la boca y todos se quedaron en silencio.

- ¿Y cuando te vas? -pregunté al tragar
- Lara
- Estoy preguntando
- No me iré mientras esto no se arregle

Asentí y noté la mano de Gavi por debajo de la mesa, acariciando mi pierna. Le regalé una suave sonrisa y entonces Pedri habló para cortar el silencio.

- ¿A que hora vamos a por las cosas?
- Podemos ir por la tarde -dijo Gavi- ¿quién se queda aquí con Lara?
- ¿No quieres ir cariño? -preguntó papá
- No me llames así, me recuerda a Guille
- Perdón -dijo
- Y no, no me apetece entrar allí
- Pues me quedo contigo -dijo Pedri

Gavi lo miró, haciéndole un gesto con los ojos. Era obvio que no quería quedarse horas a solas con mi padre, y dudaba que Pedri tampoco quisiese, sería incómodo.