The Way I Loved You - Gavi

Capitulo 12

-NARRA LARA-

Conseguí despertarme para ir a clase después de pasar la noche con Pedri. Me vestí sin hacer ruido y dejé un beso en sus labios antes de salir de casa. Menos mal que era viernes.

Al llegar a clase no vi a Maddie, así que decidí mandarle un mensaje. Al salir todavía no me había respondido, por lo que comencé a andar para ir hasta su casa y ver cómo estaba. No quería que volviese a recaer y quería asegurarme de que estaba bien. Le mandé un mensaje a Pedri para avisarle de que tardaría algo en llegar.

- Hola -sonreí cuando abrió la puerta
- Hola

Estaba seria, pero los ojos le brillaban.

- ¿Puedo pasar? -pregunté

Asintió y se apartó para dejarme paso. Nos sentamos en la mesa de su cocina y la miré intentando analizarla.

- ¿Estás bien? -pregunté
- Genial -sonrió

La presión que sentía en el pecho se aflojó un poco.

- Cuánto me alegro -sonreí- es que como no has venido a clase...
- Me he acostado con Gavi -soltó interrumpiéndome

Mi cerebro dejó de funcionar por unos segundos cuando escuché eso. El pecho se me encogió.

- ¿Como? -pregunté
- Ayer, me trajo a casa y bueno, pasó. Esta mañana se ha ido sin decir nada -se encogió de hombros

La ira me recorrió las venas. Apenas sin pensarlo, me levanté enfadada y salí de su casa casi corriendo.

- Lara! -me llamó Maddie
- Voy a matarlo

Se quedó de pie en la puerta mientras me subía al primer taxi que pillaba y le daba la dirección de la casa de Gavi.

Durante el camino, apreté mis uñas contra las palmas para intentar relajarme en una manía muy mala que tenía. Estaba tan enfadada que hasta casi me hago sangre.

Pagué al taxista cuando llegamos y bajé corriendo.

Respiré hondo unos segundos antes de llamar para no saltarle al cuello nada más verlo, pero al oír sus pasos acercarse a la puerta la rabia volvió a subir a mi cabeza.

- ¿¡Cómo se te ocurre tirarte a Madison?! -grité entrando en la casa
- Relájate -dijo mientras cerraba la puerta
- ¿Relájate? Eres un idiota Pablo, no tienes ni una puta neurona funcionando en tu cerebro
- Para empezar, no me hables así
- ¡Te las has follado joder! Acaban de romperle el corazón, prácticamente te has aprovechado de ella y de su mal estado
- No vuelvas a repetir eso porque fue tu amiga la que se me tiró encima, ¿que querías que la rechazase y se sintiese todavía peor? 
- Eres increíble, pensaba que no podías ser más idiota y mírate

La vena de su cuello se hinchó cuando dije eso y se acercó acorralándome contra la pared. Su cara se pegó a la mía y me miró a los ojos sin pestañear.

- ¿Me meto yo con que te folles a Pedri? ¿No verdad? Pues déjame en paz
- Pedri y yo somos coherentes, Maddie está mal y no razona
- Dudo que sea muy coherente si se acuesta contigo 
- Me das asco
- ¿Te doy asco? ¿O es que estás celosa?

Tragué hondo y lo empujé para apartarlo de mi. Caminé hasta la puerta dispuesta a irme, pero me giré para decirle algo más.

- Me da pena Maddie, porque ya hay que estar muy desesperada para acostarse contigo
- Pues ella lo disfrutó bastante, igual deberías decirle a Pedri que cambie de método porque tú tienes la misma cara de amargada de siempre. Bueno, aunque dudo que sea su culpa

Lo miré con odio, deseando partirlo con la mirada. Me acerqué rápido dispuesta a empujarlo de nuevo, pero sus manos agarraron mis muñecas y puso mis brazos por detrás de mi cadera, agarrándome contra su cuerpo para que no me pudiese mover.