The Way I Loved You - Gavi

19- No es tu culpa

-NARRA LARA-
Los cuatro nos quedamos callados en un silencio incómodo. Yo miraba a mi padre, que me miraba sin ni siquiera hacerle caso a los dos chicos que tenía detrás.

- Nosotros mejor os dejamos solos -dijo Gavi
- Si, te esperamos en el coche -dijo Pedri

Asentí y Gavi dejó un beso en mi cabeza antes de ir hacia el coche con Pedri. Salí de casa y cerré la puerta, cruzándome de brazos frente a mi padre.

- ¿Qué haces aquí? -pregunté
- He venido a hablar contigo, creo que hay mucho que tengo que explicarte
- ¿Cómo sabías dónde estaba?
- He ido a tu apartamento, y al no encontrarte supuse que estarías aquí
- Ya... pues ahora no puedo hablar, tengo que irme a trabajar

Pasé por su lado para ir al coche, pero me agarró del brazo y tuve que girarme para mirarlo.

- Quiero hablar contigo ¿podemos comer?
- No lo sé
- Lara, soy tu padre
- Exacto, eres mi padre. Un padre que pensé que me quería, que pensé que querría que fuese feliz, uno que nunca llegué a imaginar que me mentiría de semejante manera
- Tengo muchas cosas que explicarte
- Pues ahora no, ya hablaremos
- Lara
- Después hablamos, a las 2 salgo de trabajar, pásate por allí
- Vale

Me di la vuelta y caminé hasta el coche, dejando a mi padre de pie delante de la puerta de la casa. Subí en el asiento del copiloto sin volver a mirarlo.

Gavi giró la cabeza hacia mí y Pedri se acercó hacia los asientos para mirarme también.

- ¿Estás bien? -preguntó Gavi

Asentí con una pequeña sonrisa y noté como ambos se miraban preocupados.

- Vamos, llegaremos tarde -dije

El coche arrancó y Gavi me llevó hasta la puerta del hospital. Aparcó delante y cogió mi mano con la suya, haciendo que mis ojos fuesen a los suyos.

- ¿Seguro que estás bien? -preguntó
- Sí
- ¿Qué te ha dicho? -preguntó Pedri
- Nada, hemos quedado a comer a las 2
- ¿Entonces no te cojo? -dijo Gavi
- No
- Bueno, pues ten cuidado ahora ¿vale? Si pasa algo llámame o si quieres te dejo el número de Xavi o lo que sea
- Pablo, estaré bien, hay muchas personas en el hospital, no sólo Guille
- Vale... vale

Sonreí tierna ante su preocupación y me acerqué para dejar un suave beso en sus labios.

- Nos vemos por la noche -dije
- ¿A mi no me das un besito? -sonrió Pedri, metiendo la cabeza entre nuestros asientos

Gavi lo empujó hacia atrás y reí bajando del coche. Me despedí de ellos con la mano y entré en el hospital. En seguida mi cuerpo tembló al pensar que podía encontrármelo en cada esquina, pero tenía que relajarme y no pensar en eso.

Gracias a dios la jefa estuvo casi toda la mañana pendiente de mí, llamándome para que la ayudase en las operaciones o dándome trabajo que hacer sin parar. Apenas llevaba cuatro horas y ya quería irme a la cama. 

Cuando solo me quedaba media hora de turno, esperaba con ansias que los minutos pasasen mientras atendía a los pacientes que se recuperaban de las operaciones.

Tenía que hablar con mi padre en cuanto saliese, y aunque no me hacía ilusión, quería saber cuáles eran sus excusas para hacer lo que hizo. Ya podía ser una buena razón.

Cuando por fin el reloj marcó las 14, salí corriendo hacia los vestuarios para cambiarme. Había muchos de mis compañeros ya allí que también acababan su turno, y todos fueron saliendo despidiéndose con una sonrisa.

Me quedé sola mientras me quitaba el pijama y me ponía la ropa normal. Alguien abrió la puerta y me giré, quedándome inmóvil cuando vi a Guille.

Miré rápidamente para el suelo, no quería ni encontrarme con su mirada. Lo sentí pasar por mi lado pero no dijo nada, abriendo su taquilla que estaba a unos metros de la mía.