Capítulo 85

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-NARRA GAVI-
Las manos de Lara me apretaron a su cuerpo, una sobre mi bañador y la otra sobre mi nuca. La cogí por el culo y la dejé apoyada sobre la puerta, sonriendo cuando al rozarme contra ella se le escapó un suave gemido.

- Solo me dices cosas bonitas para esto -susurró
- ¿Prefieres que te diga guarradas? Se me da mejor

Sonrió y bajé a su cuello, devorándolo con mi boca, sintiendo sus uñas apretarse contra mis hombros. La separé un poco de la puerta y con una mano deshice el lazo de su bikini, tirándolo al suelo. Mis ojos brillaron al ver sus pechos desnudos, y su boca se abrió en un gemido silencioso cuando atrapé un pezón entre mis labios.

- Sí -jadeó- prefiero que me digas guarradas

Sonreí contra su seno y levanté la cabeza para mirarla. Tenía los labios rojos de la excitación y las pupilas dilatadas, las mejillas le ardían de calor y su pecho se movía a descompás por su agitada respiración.

La dejé en el suelo y la giré contra la puerta, apretándome a su espalda y rozando mi erección contra su culo. Aparté su pelo a un lado y me acerqué a su oído.

- Vas a hacer exactamente lo que yo te diga -dije

La escuché suspirar y bajé por su espalda dándole suaves besos, hasta que quedé de rodillas en el suelo. Besé y apreté sus nalgas entre mis manos, hasta que la giré por la cintura y bajó la cabeza mirándome.

Levanté la cabeza y la miré, como se mordía el labio cuando empecé a deslizar sus bragas rojas por sus piernas. Las apartó a un lado con el pie y siguió observando todos mis movimientos.

- Abre las piernas -dije con una voz más ronca de lo que esperaba

Tardó un segundo en hacerme caso. Pasé mis labios por sus muslos, por la zona de su cintura, hasta que metí la cabeza entre sus piernas. Todavía nos mirábamos, pero Lara dejó de hacerlo cuando mi lengua chocó contra su clítoris y dejó caer la cabeza contra la puerta.

Moví la lengua rápido, con mis manos apretando su cintura para que no se moviese. Sus dedos fueron a mi pelo, pero aparté su mano y las dejé contra la puerta.

- No puedes tocar -dije

Se estremeció al sentir mi aliento sobre su intimidad. Hizo un sonido de protesta por mi orden, pero enseguida fue reemplazado por un gemido cuando volví a tocarla con mi lengua y me acompañé con dos dedos.

Sabía que odiaba no poder tocarme, no poder tirarme del pelo, y que estaba haciendo el esfuerzo más grande para no mover los brazos.

- Gavi -gimió- por favor

Aparté la cabeza todavía con mis dedos hundidos en ella.

- ¿Qué?

Abrió los ojos mirándome, atrapando el labio inferior entre sus dientes.

- Déjame tocarte -dijo

Dejé los dedos quietos dentro de su cuerpo, con el pulgar sobre su clítoris. Arrugó las cejas por haber dejado de moverme, pero enseguida las relajó cuando me levanté y la besé con fuerza. Solo moví mi pulgar, acariciando el punto central de su cuerpo. Sus caderas se movían buscando más, que recuperase el movimiento de mis dedos, pero hoy mandaba yo.

- No vas a tocarme -dije sobre sus labios
- ¿Por qué? -susurró
- Porque estás castigada, no volverás a tocarme follando hasta que dejes de pensar gilipolleces

Quiso bajar la mano a mi erección, pero aparté la mano del interior de su cuerpo, cogiendo sus muñecas y poniéndolas sobre su cabeza, pegando nuestros cuerpos todo lo que mi bañador nos permitía.

The Way I Loved You - GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora