The Way I Loved You - Gavi

Capítulo 94

-NARRA LARA-
Habían pasado otras dos semanas, dos semanas más en las que cada vez sentía a Gavi más lejos. Él salía con Amanda, comían, cenaban, la acompañaba a los shootings. Y yo salía con Guille, paseos en moto, por la ciudad, clases de francés. Parecía que ambos habíamos encontrado un sustituto a la ausencia del otro, alguien con quien pasar el tiempo que no podíamos pasar juntos.

Después de aquellos dos días en los que ninguno cogió el teléfono, nos pedimos perdón, nos dijimos lo mucho que nos queríamos y todo volvió a la "normalidad". Pero en el fondo, nada era normal. Ya no hablábamos todos los días en llamada, sí por mensajes, pero no llamadas, solo de vez en cuando. Yo solía llegar muy cansada de clase, me acostaba en cama y me quedaba dormida. Y Gavi simplemente dejó de insistir, ambos dejamos de hacerlo.

Si lo pensaba, me ponía a llorar. No estaba bien, parecía que sí, pero todo había cambiado. Lo notaba más lejos que nunca. Sabía que era culpa de ambos, que no estábamos cumpliendo lo que prometimos y que nos estábamos descuidando, descuidando nuestro amor. Y lo peor es que seguía ahí, seguía amándolo igual que antes, mi corazón seguía siendo suyo, seguía latiendo por él, y me costaba respirar de solo pensar lo que en verdad nos estaba pasando.

Algo bueno fue que conocí a dos chicas, Luce y Lía. Las clases de Guille dieron sus frutos, por mucho que me sorprendiese. Empecé a salir y a quedar con ellas, y Gavi se alegró mucho, saber que por fin tenía a alguien más que el chico que dormía en mi habitación.

Aunque cada día Guille me agradaba más. Seguía comportándose como un idiota y haciendo bromas estúpidas, pero me había dejado conocerlo, habíamos compartido momentos divertidos y cómodos. No era tan tan malo como pensé en un principio, de hecho podíamos acabar siendo buenos amigos, siempre que dejase de hacer comentarios sobre mi persona.

Quería recuperar a mi novio, recuperar lo que teníamos, así que en dos semanas me iría a Barcelona. Volvería por tres días, le diría todo lo que me molestaba y que lo amaba, y entonces tendría que regresar a aquí y ver si funcionaba. Gavi lo sabía, se lo había dicho, y se había puesto más contento que nunca, gritando de emoción a través del teléfono. Yo también estaba muy emocionada, nada me hacía más ilusión que volver a tenerlo cerca de mi.

Entré en la habitación, por fin viernes. Dejé todo sobre la mesa y me tumbé en la cama suspirando. Cogí el móvil y sonreí al ver que tenía un mensaje de Gavi preguntándome qué tal estaba y qué planes tenía para hoy. Estuve hablando con él unos minutos, hasta que la puerta se abrió y Guille entró, tirándose sobre mi cama tal y como había hecho yo.

- Odio las prácticas -dijo
- Te queda un año, a mi tres, me merezco quejarme más
- Yo ya las he pasado guapa
- Pues eso
- Pues eso -rió

Giré la cabeza mirándolo y achinó sus ojos azules para mirarme.

- ¿Qué? -dije
- Solo te miro
- Pues no lo hagas
- De noche te observo
- ¡Guille! Me voy a cambiar de habitación que lo sepas
- Ya quisieras, no puedes vivir sin mi
- Si tú lo dices -reí

Me dio con un cojín en la cara y me senté mirándolo mal. Cogí otro y se lo lancé, iniciando una guerra que era consciente que no iba a ganar.

Me puse de rodillas sobre el colchón, dándole golpes sin parar, pero solo con un brazo consiguió empujarme y hacerme caer sobre la cama.

- Para -rió
- No

Seguí tirándole cojines, hasta que se acercó y empezó a hacerme cosquillas en la barriga y los pies, haciendo que gritase como una loca. Maldito el día en que descubrió que tenía cosquillas.

- ¡Vale! -grité

Paró de hacerme cosquillas, mientras seguía riéndose. Me di cuenta de que me había quedado debajo de su cuerpo, con él sobre mi y sus rodillas a ambos costados.