El mundo que nos rodeaba desapareció en tan solo un parpadeo, las palabras del chico se adentraron en mi cabeza destrozando todo a su paso y me tomo un par de segundos entender a lo que se estaba refiriendo. Pálido y sumamente nervioso, Jacob nos miró esperando una respuesta de alguno de nosotros.
— ¿De qué estás hablando? — Fue todo lo que alcancé a murmurar.
Después de todo seguían siendo adolescentes, chicos que se había llenado de rencor hacia nosotros por tantos desastres que directa o indirectamente causamos; realmente quería creer que se trataba de una broma o que quizás Jacob estaba exagerando y Harry tan solo le molestaría de alguna forma tonta. Pero algo me decía que no era así, pues al instante Jacob pareció arrepentirse de lo que había dicho y con una mueca de la más pura culpabilidad, retrocedió. Milagrosamente, mi mente logró funcionar a tiempo para captar lo que quería hacer y antes de que pudiese huir le sujete del brazo.
— ¡Suélteme! — Chilló y entonces fue como si Aiden también despertase de su letargo y nervioso, también intento correr lejos.
¿Qué estaba pasando?
— ¿Quieren quedarse quietos y decirme que está ocurriendo aquí? — Apenas y alcancé a detener a mi hermano, el cual tenía la misma expresión que Jacob, sin duda me estaba perdiendo de algo. — Jacob, ¿Qué ocurre con tu hermano? —Como un par de cervatillos aterrorizados, ambos se miraron desesperándome aún más.
— Lo último que dijo Harry... — Murmuró Aiden entonces, aun cuando el otro intentó callarle. — No se estaba refiriendo al oso.
— Harry no es cazador, no mataría a un animal indefenso por diversión... Estaba furioso con Abraham y ahora tiene un arma... — Finalmente confesó Jacob.
El corazón se me paralizó en un instante, sentí un frío espantoso colarse bajó mi piel al tiempo en que mi imaginación me llevaba a recorrer mil escenarios distintos. Era solo un chico, no podía creerme que tuviese el valor suficiente para dispararle a Abraham; pero en cierto modo, ni siquiera me encontraba en su lugar y había pensado muchas veces en hacer algo así... ¿Y si realmente se atrevía? Harry era más pequeño y mucho menos experimentado que Abraham, no tenía malicia y si este descubría las intenciones del chico... Lo mataría.
Tenía que detenerlo.
Contrariado, observé una vez más el carruaje que nos esperaba para volver... Tan solo rogaba porque ellas estuviesen bien y las palabras de Abraham no fuesen más que una forma de molestar.
— Regresen ahora mismo. — Les ordené. Ya había tomado mi decisión.
Con los nervios dominándome, ni siquiera esperé una respuesta de ellos y antes de que pudiesen seguirme, salté a las vías y corrí hacia el bosque. Los matorrales y árboles se volvieron borrosos a medida que avanzaba a la mayor velocidad que me permitían mis piernas, ni siquiera era consciente de las raíces que debí saltar o los árboles que esquivé, pues en mi mente tan solo podía ver un baño de sangre... Y a decir verdad no sabía qué cadáver me aterrorizaba más encontrar.
En algún punto no tuve más opción que detenerme en el intento de encontrar el camino, no conocía aquellos bosques y no era la primera vez que me perdía en ellos, no podía reconocer absolutamente nada y eso tan solo conseguía agitarme aún más. Tenía que llegar a tiempo. Angustiado giré sobre mí mismo, observando hacia todas partes con la esperanza de ver algo, pero entonces un sonido que reconocía muy bien, resonó entre los árboles...
No...
Las aves asustadizas se alzaron sobre mi cabeza y como si el mismísimo destino me estuviese ayudando, escuché voces lejanas; no podía ser demasiado tarde. Con los pulmones a punto de colapsar, volví a internarme entre los matorrales siguiendo los sonidos que cada vez se volvían más fuerte. Y entonces lo vi.
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Jeune fille indomptable
RomancePudo pasarle a cualquiera, pero no. Esa gran tragedia le cambio la vida para siempre a ella... Ahora Naomi deberá ocuparse de toda su familia, deberá protegerlos de la maldad de otros. Tal vez se pierda a si misma. O Tal vez encuentre una luz en m...