Capitulo. 68

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Su rostro lucía tan cansado, la sopa y el frío comenzaban a hacer efecto en él y sabía que pronto comenzaría a cabecear hasta que se quedase dormido; aun así, mi hermano parecía reacio a permitir que su cuerpo se relajase en mi presencia... Podía notar la tensión de sus hombros y el cómo sus pupilas bailaban por la habitación en busca de algo que pudiese distraerle.

— ¿Por qué no descansas, Aiden? A este paso tus ojos se cerrarán solos. — Me era imposible disimular la apatía que sumía mi ser.

Pensé que regresar a New Hope sería beneficioso, Abraham y mi madre me habían causado tanto daño que estaba dispuesto a devolverles cada momento de angustia vivido. El rencor dominaba mi ser haciendo funcionar mi mente de una forma única. Sin embargo, nada más pisar aquella tierra, una amarga sensación encontró cabida en mi pecho impidiéndome respirar con normalidad, era doloroso estar allí, pero al mismo tiempo aquellos pensamientos eran acallados por los gritos que clamaban venganza.

Pero jamás esperé que Aiden se convirtiese en un daño colateral, tenía razón en decir que le había dejado a su suerte con Abraham, pero no era mi culpa haber desaparecido.

— ¿O acaso ya no confías en mí, ni siquiera para dormirte en mi presencia, Aiden? — Estaba molesto, muy molesto, no por él, sino porque esa mujer también hubiese sido capaz de manipular la mente de mi pequeño hermano.

— ¿No vas a regañarme? — Murmuró sin siquiera mirarme.

— Debería, pero quiero creer que no eres tan tonto como para saltar a un lago congelado, solo por qué estás enojado conmigo. ¿Qué fue lo que realmente ocurrió?

Realmente ya no sabía ni que creer, Aiden era inteligente, precavido y en ocasiones mucho más maduro que nosotros. No podía entender que le llevaría a hacer una locura como esa... Verle subir a aquel risco me preocupo, pero nada podría compararse al momento en que los gritos de Naomi llenaron el aire y no vi a mi hermano salir de agua. Realmente no esperé que ella también saltase... Consideraría el alcanzarles una hazaña sobrehumana, aún sentía mi cuerpo agarrotado debido al frío; sin embargo, no dudé ni un segundo en correr hacia ellos, llevado por el terror que invadió mi alma. En aquellos momentos de mortal peligro, no pude evitar que mis sentimientos aflorasen y el miedo de perderles a ambos era algo que ahora que me encontraba lucido, pensaba ignorar completamente. Naomi tan solo era una mujer más con la que tendría que convivir una temporada, y debía convencerme de ello...

— Ya te lo dije. Quise saltar — Espetó Aiden cruzándose de brazos. — Por una vez quise hacer algo que me apeteciera, Andrew. Ahora que New Hope se convertirá en una réplica de nuestro "hogar" en Londres, será mejor que aproveche los pocos días de libertad que me quedan ¿No crees? Después de todo tú has hecho lo mismo.

— Entonces realmente estás enojado conmigo...

Finalmente, el niño me dio la cara y pude vislumbrar la decepción en sus ojos, quizás en mi condición Aiden e incluso Abraham hubiesen tomado otras decisiones... Pero realmente consideraba que había hecho lo mejor para todos, Dalia estaba a salvo de las decisiones de su padre y yo recupere mi libertad en poco tiempo. Nuestra relación, por supuesto, era muy diferente a la de una pareja convencional, pues tan solo la consideraba una compañera en la que no terminaba de confiar ciegamente. Aun así, ella había demostrado su lealtad, cumpliendo su parte del trato sin dudar. Era libre gracias a ella.

— Me aseguraste que tu partida terminaría esta guerra entre Abraham y tú. Que sería poco tiempo... Me pediste que cuidara de Naomi. — Recriminó el niño, realmente me sorprendía su actuar ¿Dónde estaba el Aiden correcto que siempre pensaba dos veces antes de hablar? En su lugar tenía frente a mí a un adolescente rebelde cuya mente parecía totalmente cerrada a cualquier explicación. — Y fuiste tú quien traicionó todo eso... Aguante vivir encerrado por meses, sin hablar con nadie más que los sirvientes, pues Abraham se negaba a qué pudiese contactarme con Naomi o sus hermanos, fui testigo de sus injusticias, y la partida de cada uno, y cuando te pedí ayuda... Tan solo me ignoraste.

Jeune fille indomptableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora