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—Tranquilo Charles relajate — le dijo su cuñado —Todos aquí sabemos que ella te dirá que si.

El monegasco acomodó nuevamente su sueter y se volvió a peinar.
Sus amigos, hermanos y cuñado solo lo miraban.

—Es que estoy nervioso, ¿y si ella me dice que no?, quizás no debí hacer todo esto — entró en pánico —Le pediré que sea mi esposa y aparte una cena para celebrar en familia, ¿y si ella dice que no quiere casarse conmigo?, quedaré con el corazón destrozado.

—Y como un idiota con la cena tan elegante que está en el jardín.

Charles miró mal a Arthur.

Había llegado el día de pedirle matrimonio a Olivia, ya habían pasado varios meses desde que las cosas se habían arreglado y estaban en su mejor momento, viajaron por varios países disfrutando el uno del otro.

Había preparado una cena para celebrar si es que Olivia le daba el; si. Pero en la sala estaba todo completamente preparado en donde el le haria la pregunta, solo estarían ellos y los demás estarían afuera para celebrar a la pareja.

—Ella vendrá en unos minutos, es hora de que se vayan al jardín y apaguen las luces — ordenó Leclerc —Y por lo que más quieran no lo arruinen y guarden silencio.

Como niños obedientes salieron de la habitación y pasaron directo al jardín en donde estaban los demás, Charles se quedó en la sala y sonrió satisfecho al ver todas las velas y todo cubierto de pétalos y rosas.

—Tranquilo Charles, ella te ama y te dirá que si — susurraba para el muy nervioso —Bien.

Las luces del jardín trasero se apagaron y estaba todo en tinieblas, cerró la puerta que da hacia afuera y también cerró las cortinas. Escuchó que abrían la puerta y corrió a la sala para apagar las luces.

—Charles, ¿estás en casa cariño? — preguntó Olivia entrando, no obtuvo respuesta y prendió la luz —Charles — murmuró al verlo parado en la enorme sala y el fondo que tenía.

—Hola mon amour, te vez increíble.

La chica sonrió, el plan de Kelly había salido bien, logró que la británica se arreglara con la excusa que saldrían más tarde.

—¿Qué es todo esto cariño? — se acercó a el con una gran sonrisa —Te vez muy guapo, muy guapo.

El piloto sonrió y se arrodilló frente a ella, por inercia la bella mujer tapó su boca con su mano.

—Olivia, mi bella Olivia — tomó su mano y la miró con sus ojos brillosos —Hoy en esta noche quiero decirte lo mucho que te amo y lo completamente enamorado que estoy de ti, se que hace tiempo hablamos de casarnos y he aprendido mucho en estos últimos meses — sonrió —He aprendido de mis errores se que no soy perfecto pero tu eres perfecta para mi, quiero que seamos felices toda nuestra vida y que seamos uno solo. Por eso hoy quiero pedirte que pasemos toda nuestra vida juntos — sacó el anillo de compromiso —Olivia Roberts ¿quieres casarte conmigo?.

Su corazón latió rápidamente, sonrió y se sintió tan feliz a como nunca se había sentido, lo que tanto esperó por mucho tiempo estaba pasando.

—Si Charles, si quiero casarme contigo — sus ojos se llenaron de lágrimas —Claro que si mi amor.

Charles con una gran emoción puso el anillo en el dedo de su ahora prometida, se levantó y la besó, ella sería su esposa.

—Gracias, te amo, te amo — juntó su frente con la de ella —Serás mi esposa, que bien se siente eso.

—Y yo me siento amada por ti — se miraron directo a los ojos —Te amo, serás mi esposo señor Leclerc.

Levantó sus cejas y se rió, besó la mano de la chica en donde estaba el anillo.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora