Olivia caminaba un tanto nerviosa hacia Charles, el ya estaba en el yate y ella iba caminando por el muelle. El piloto al verla se bajó del yate y esperó a que se acercara hasta el para darle un abrazo y ayudarla a subir al yate del chico Ferrari.
Ambos se sentían nerviosos, habían decidido darse un tiempo en su relación y eso había pasado hace dos meses, estaban empezando a tener muchos problemas y la pareja decidió que ambos se darían un tiempo para reflexionar y poner en claro las cosas, se amaban por su puesto, pero en como toda relación hay bajones y para solucionarlo ellos decidieron tomarse un tiempo, creían que las cosas se estaban volviendo monótonas y no querían eso.
Mónaco era un lugar precioso para la británica y la vista que tenían era increíble ambos eran amantes de los paseos en yate y del mar.
Caminaron hasta la parte del timón del yate, los dos estaban en silencio disfrutando lo cerca que estaban y lo mucho que se habían extrañado, el yate empezó a alejarse de la orilla del muelle y Olivia solamente disfrutaba, se quitó sus chanclas y se puso cómoda alado de Charles.
—La vista siempre va a ser increíble — murmuró Olivia mirando el paisaje —Siempre seré fan de esto.
Charles sonrió y cuando llegaron al lugar en donde se podía nadar, paró el yate, caminaron hasta la proa cubierta del yate y se sentaron.
—Te vez muy hermosa — sonrió Charles —El verde es uno de tus colores.
Olivia le agradeció.
—Tu también te vez muy bien, siempre me ha encantado como te quedan las bandanas, tu cabello se ve muy bien.
El piloto portaba una camisa azul y un short rojo no sin antes olvidar la bandana que usaba en su cabello cuando iba de yate, Olivia se veía preciosa con un hermoso vestido verde que se le acomodaba perfecto a su cuerpo.
Charles fue en busca de un vino y unas fresas junto con unas uvas, se sentó alado de ella y le sirvió una copa de vino.
—¿Como has estado?
—Creo que bien — lo miró ella —Extrañaba Mónaco, estar en Londres me gusta pero este lugar — miró alrededor —Ya es mi hogar, ¿tu como has estado?
—¿Quieres que sea sincero? — ella asintió —No he tenido días buenos, desde hace dos meses. No puedo dormir bien, me hace falta algo, ¿sabes?
La británica lo miró con una pequeña sonrisa, extrañaba a su Charles. Llevó su mano a la mejilla del monegasco y el cerró sus ojos, agarró la mano de ella y la besó.
—Te he extrañado tanto Olivia, me arrepiento cada minuto de haber terminado. Se que no supimos lidiar con lo que teníamos en ese momento, se que ambos decidimos darnos un tiempo pero yo no debí apoyar eso — se acercó más a ella —Mi Liv — susurró.
La castaña se estremeció ante la cercanía del cuerpo del monegasco, lo miró directo a los ojos y sintió esas dichosas mariposas en su estómago.
—Yo también te extrañé mucho Charles, te extrañé mucho y estos dos meses fueron horribles — confesó —No verte por las mañanas en la cama, no recibir ni un solo beso tuyo, tus caricias y tus cálidos abrazos. Extrañé todo de ti, te extrañé a ti.
Ambos sonrieron sin romper el contacto visual, solo eran Olivia y Charles los que existían en ese momento.
Una de las razones principales por las que estaban ahí era por qué ambos querían regresar, se extrañaban y se necesitaban.
—Te amo mon amour — le quitó la copa —Te amo mucho.
—Y yo te amo a ti cielo.
Esa sonrisa perfecta que solo Charles Leclerc podía tener se hizo presente, puso su mano en la mejilla de la chica y acercó sus labios a los de ella para besarla, después de dos meses sin sentir los delgados y suaves labios de Charles nuevamente lo estaba sintiendo.
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One shots | Charles Leclerc
FanficHistorias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.