One shots | Charles Leclerc

● 23

El piloto de Ferrari salió de la oficina de Mattia enfurecido, al salir aventó la puerta ignorando los llamados de su jefe y de las demás personas que habían ahí.
Caminaba por todo el pasillo del paddock con su rostro completamente rojo, algunas personas lo observaban pero no decían nada.

Llegó hasta el área de la cafetería en donde estaban sus amigos y todos se sorprendieron al ver a Charles Leclerc echar humo, literal.

—Hey, ¿qué pasa hermano?.

—¡Mattia, eso es lo que me pasa! — perdió la poca paciencia que tenía respondiendole a Pierre —Quiere que tenga una novia de contrato que eso sería un buen beneficio, para que todos hablen y digan que Charles Leclerc tiene novia que lo apoya en las carreras — se sentó —Y ya le dije que no quiero ni necesito una novia, quiero estar solo, así a como estoy yo estoy bien.

Sus amigos lo miraban.

—Esto es jodido.

—Mattia está loco — murmuró Carlos —No le hagas caso ya se le pasará, a veces se le meten unas ideas muy raras ya verás que se le olvidará.

—No lo creo, le dije que yo ya tenía una novia pero que todo era secreto que así estaba bien — miró a sus amigos —¡Y yo no tengo una novia mucho menos famosa!.

Ellos se sorprendieron y luego se rieron.

—¿Famosa?.

—Si Max, famosa, le dije que mi novia era toda una celebridad y que por eso era un secreto — cerró sus ojos y negó —¿Y ahora en donde voy a conseguir una novia famosa para mañana?, le dije que llevaba seis meses con ella. El me dijo que si no la traía mañana saldría con esa loca que hay en la oficina, es que el no me cree que tenga novia — se cruzó de brazos.

—Es que nadie te cree que tengas novia Charles — se rió Lando —¿Y ahora que harás?.

—Pues consiganle una novia famosa.

—Daniel tiene razón — lo apoyó Checo —No eres feo y quizás alguna chica quiera salir contigo.

Pierre se quedó mirando a su amigo mientras pensaba, quizás el tenía una solución para el piloto. Cobraría un pequeño favor que una famosa le debía, su mejor amiga.

Los demás seguían hablando y dando ideas para ver que podían hacer por su buen amigo monegasco pero no salía nada, Pierre se levantó y agarró sus lentes.

—¿Necesitas una novia famosa? —Charles asintió mirándolo —Pues vayamos por esa novia famosa pero déjame decirte que ella es toda una celebridad.

—Es es lo que necesito — se levantó —Para que Mattia me deje en paz de una vez.

—¿Qué piensas hacer Pierre?.

—Le daré una novia a Charles, cobraré un pequeño favor.

El monegasco lo miró sorprendido, no tenía ni idea de quien sería la chica pero el aceptaría con tal de no tener a Mattia sobre el con esa loca mujer que quería para el.

—¿Y tu a donde vas?.

—Pues a ver con que estupidez saldrá Pierre, no me quiero perder nada de eso — le dijo Lando a Daniel y a Carlos —¿Ustedes no van? — ellos negaron.

—Pues nosotros si — se levantaron los de Red Bull.

Los cinco salieron de la cafetería para llegar al estacionamiento, mientras iban caminando Charles se encontró a Mattia y le dijo que iría por su novia al aeropuerto que ella estaba a punto de llegar, qué mentiroso Marc.

Al llegar al estacionamiento se subieron a la camioneta de Pierre.

—¿Y quien es ella?.

—Lo único que te diré es que es una preciosura.