One shots | Charles Leclerc

38.2

Charles Leclerc

Entro a la casa hablando por teléfono pero dejo de escuchar a Carlos cuando veo a mi hija con Olivia, ella está llorando y yo cuelgo rápidamente la llamada.

—Ya no llores amor — la consuela mi esposa —Ese maldito no merece que llores por él.

Ok, ¿qué pasa?, para que Liv use esas palabras es por que está muy enojada.

—Yo lo quería mamá — solloza mi hija.

Camino hasta ellas y miro preocupada a la madre.

—¿Qué pasa amor?

Chiara llora aún más y se aferra a su madre, me siento en el sofá y la agarro de los brazos.

—Liv, ¿qué sucede, por qué Chiara está llorando?.

—Nick la engañó.

Apreto mi mandíbula y hago puño mis manos, ¡¿que ese maldito hizo que?!

—¡Voy a matar a ese bastardo! — grita Charles bajando las escaleras —Le advertí que no lastimara a mi hermana.

—Amor — la agarro de la cara y sus ojos están rojos —¿Qué pasó?

—Él me usó — su labio tiembla y sus lágrimas salen sin parar —Creí que me quería pero solo fui una apuesta, apostó que se podría acostar con la hija de Charles Leclerc.

Hijo de perra, la abrazo y esconde su rostro en mi cuello.

—Voy a matar a ese bastardo.

—No papá lo no hagas — me pide —No quiero que sus padres te hagan daño, ellos no son buenos.

Le sonrio y limpio sus lágrimas.

—Nadie hace llorar a mi nena — le susurro y me levanto del sofá —Regresaré más tarde.

Chiara quiere seguirme pero los gemelos la agarran, camino hasta la puerta con Charles y Olivia me detiene, pienso que es para impedir que vaya pero es todo lo contrario.

—Si vas a golpearlo rompele la cara por mi — me mira —Y no vayas solo.

Me acerco a ella y asiento.

—¿Ella y él?.. ya sabes — trago en seco y asiente —Es un maldito, no debí dejar que entrara a mi casa mucho menos convivir con él.

Beso la frente de Liv y me subo al auto con Charles, él luce demasiado molesto y yo lo estoy más. Le paso mi celular y se lo doy en el contacto de uno de mis viejos amigos.

—Llamalos.

Asiente y agarra mi celular.

Hace dos meses que ellos se habían hecho novios, lo investigué y parecía un buen chico de una buena familia y Pierre me dijo que al parecer eran buenos era un chico normal como muchos, un universitario riquillo.

Pero aún así sabía que era poca cosa para mi hija, cuando conocí a Olivia su padre me detestaba por que había embarazado a su hijo a los diecisiete pero ahora él es como mi padre.