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Charles Leclerc Jr.

El amor más puro es el de los padres, para mi lo es. Tuve a los mejores padres.

¿Cómo puedo describirlos?, creo que no tengo palabras y quizás no me daría el tiempo para hacerlo.
Mi madre era la mujer más cariñosa, amable y atenta mientras que papá era el hombre con el corazón más grande que puede existir y ambos eran tan sabios.

Los recuerdos están en mi mente y corazón, sé que jamás podré olvidar a dos seres humanos como ellos, siempre los recuerdo como Charles y Olivia el dúo perfecto.

Yo fui el primero en nacer, cuando era un niño muchas veces decía que quizás había arruinado la vida mis padres, me tuvieron siendo muy jóvenes pero me amaron de una manera inexplicable. Después nacieron los gemelos, Marc y Hervé, esos dos tornados que corrían por toda la casa y que le hacían miles de desastres a mamá en el jardín.
Años después llegó la luz de mis ojos, Chiara. Ver esos ojos verdes día con día me hacían sentir tan bien.

Siempre quise tener un amor como el de mis padres y lo logré, tengo una mujer increíble que amo con toda mi alma y dos hijos, Charles y Olivia.
Los gemelos llevan una vida diferente, Hervé se ha casado dos veces y al parecer con la que está es la buena, Marc tiene una niña preciosa y mi pequeña Chiara encontró el amor.

¿Recuerdan cuando papá y yo golpeamos al idiota Nick?, qué buenos tiempos aquellos. El verdadero amor de Chiara es Sergio Jr, el mexicano y tienen tres niños increíbles. Mamá estaba más que feliz cuando ellos empezaron a salir, él es un buen hombre.

Chiara es una excelente modista y siguió con el trabajo que mamá dejó, los gemelos son abogados tienen un gran despacho en Mónaco, ¿y yo?, pues yo seguí los pasos del gran Charles Leclerc, he sido campeón del mundo ocho veces, corro para Ferrari y tengo el número dieciséis. Papá fue campeón mucha veces y eso me hacía sentir orgulloso, no me dejó solo en ningún momento y eso se lo agradeceré toda la vida.

Hoy, hoy he llegado Mónaco. Cuando ellos murieron me fui de aquí junto con mi familia, me alejé de todos y de todo lo que había aquí. Sé que quizás fui un cobarde pero la muerte de ellos fue lo peor, mis hijos eran mi sustento pero los extraño y sé que siempre lo haré.

Camino en dirección a mis hermanos quienes están frente a las tumbas de mis padres, nunca me ha gustado venir al cementerio pero hoy tenía que venir.
Hace cinco años ellos ya no están en este mundo y aún siento como si hubiera sido ayer que nos dieron la peor noticia.

—Hola — los saludo y ellos me miran sonriente, los tres se tiran encima de mi y me abrazan —Los extrañé mucho.

—Y nosotros a ti Jr — murmura mi pequeña hermana —Nunca más vuelvas a irte, nunca más.

Me separo de ellos y no podemos evitar que salgan algunas cuantas lágrimas. Los observo a cada uno y sé que estoy viendo a papá y a mamá.

—No lo haré, creo que nuevamente es momento de estar aquí.

Asienten y nos giramos para quedar frente a las tumbas de nuestros padres, leo en donde están sus nombres, Charles Leclerc y Olivia Leclerc. Me inco y sonrio, siento tanta tristeza pero también me siento feliz por que nuevamente estoy con mis hermanos.

—Esto es extraño — dice Hervé —Ya han pasado cinco años y me cuesta aceptarlo, creí que estarían toda la vida con nosotros. Sé que soy un adulto con responsabilidades pero a veces necesito un abrazo de mami — su voz se corta y cierro mis ojos —Pero también sé que ninguno de ellos está sufriendo, si papá estuviera aquí y mamá no, no sé qué sería de él.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora