27.2

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Charles entraba y salía del closet acomodando la pañalera, Olivia estaba a una semana de aliviarse y al piloto le gustaba tener todo en orden y a la mano por cualquier cosa. Había una sección de ropa de bebé en el closet del matrimonio, los colores eran pasteles.
Había una torre de pañales, toallitas, talcos y todo lo que un bebé necesitaba, el padre de ese bebé que estaba por nacer se volvía loco comprando. Pero había tenido que hacer una pausa, no sabía el sexo de su bebé.

No habían querido saber el sexo, ambos querían que fuera sorpresa hasta el día que naciera por eso la ropa era de colores que ambos sexos pudieran usar, aunque para la pareja no era problema el color.

—Amor, ¿qué haces?.

—Estoy terminando de acomodar la pañalera, creo que ya tiene todo lo necesario — la miró —¿Qué haces en pie cariño?, estás a una semana de dar a luz debes reposar no quiero que te pase nada.

Charles dramático entrando al chat.

—Tranquilo estoy bien, necesito caminar siento mis pies enormes y esta panza me pesa mucho.

El piloto se acercó a ella y le levantó la playera para acariciar el vientre de su esposa, era el embarazo con el que más batallaron, Liv había sufrido con muchos ascos, mareos, vómitos y cambios de humor horribles pero su hijo lo valía todo.

Charles puso su mano debajo del vientre y lo levantó levemente, Olivia soltó un suspiro de alivio y cerró sus ojos.

—Me encanta verte embarazada, ¿podemos tener otro?.

Abrió los ojos.

—Estás loco Hervé, no soy una máquina, creo que con cuatro hijos estamos bien.

—Podemos llegar al quinto amor, hasta que sea niña por que estoy seguro que este bebé es niño.

Ella se encogió y hombros y puso su mano en su espalda.

—Nena — la habló —Dime que sexo es mi bebé, te juro que muero de la ansiedad por saber que es. Te prometo que me haré el sorprendido cuando nazca.

—Yo tampoco se el sexo, ya falta poco pilotito.

Bajó su playera y se dió la vuelta para irse pero se detuvo cuando sintió una nalgada, Charles le sonreía burlón.

—Soy yo o tu trasero está más grande, aunque tus.. — señaló sus pechos —Si que están grandes, me gustan.

Olivia soltó una carcajada y le saco el dedo de en medio para luego salir de la habitación, Charles se rió y terminó de acomodar la pañalera y la dejó aún lado de la cama, hombre precavido vale por dos.

La monegasca llegó hasta la habitación de tarea de sus hijos, los tres estaban terminando su tarea junto con Arthur.

—Mira mami, esta eres tu con mi hermanito — le dió un dibujo Marc —Aún me falta poner a papi.

Ella sonrió y se agachó para darle un beso en la cabeza a su hijo, se acercó a Hervé y a Jr para revisar sus tareas ya que su cuñado estaba en su mundo.

—Se nota que estás cuidando a mis hijos Arthur — lo reprendió su hermano cuando entró a la habitación —Liv, no te dobles, Dios mio Olivia.

Se acercó a ella y la levantó, la miró serio y ella le hizo puchero.

—Si estoy cuidando a mis sobrinos, ¿verdad niños?.

Los tres negaron y Arthur los miró indignado.

—Por eso ustedes no son mis favoritas, será ese niño que viene en camino.

—¡Es niña tío Arthur! — le gritó Hervé —Yo lo soñé, soñé que mamá venía con una niña y era hermosa así como mi mami — pintaba el pequeño.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora