One shots | Charles Leclerc

66.2

Olivia se sentía nerviosa.

Charles también se sentía nervioso.

La británica bajó de su auto frente al restaurante en donde el monegasco la había citado, ya había pasado más de un mes desde que hablaban por mensajes, videollamas o llamadas normales.

A unos cuantos metros de ella estaba Charles luciendo más guapo como de costumbre y sonrió al verla caminar hasta él.

—Hola — lo saludó nerviosa.

El piloto sonrió y se acercó hasta su mejilla para dejar un beso que duró varios segundos.

—Hola, te ves muy hermosa.

—Muchas gracias, tu también te ves muy bien — miró hacia dentro del restaurante —Al parecer está vacío.

Claro que lo estaba.

—Eso pasa cuando lo reservas solo para dos personas.

—Charles..

—Quiero estar contigo en privacidad, sin cámaras o personas mirandonos— extendió su brazo para que ella lo entrelazara con el de él —Amo dar autógrafos, fotos y saludar a mis fans pero hoy es importante y no quiero que nadie nos interrumpa.

Entrelazó su brazo con el de él.

—Me parece increíble.

—Tú luces increíble — la miró con una sonrisa —Él rojo te queda bien.

—Peter lo escogió, dice que es su color favorito.

—Él sabe escoger muy bien — abrió la puerta y la hizo pasar primero —Las damas primero.

Olivia estaba más que encantada, cuando entró al lugar sonrió ampliamente al ver lo hermoso que estaba, velas y muchas flores por todos lados.
El piloto había reservado uno de los mejores restaurantes de Londres para la primera cita, si eso hizo para la primera cita que no haría para las demás e incluso si llegara a ser su novia haría muchas cosas por ella y para ella.

Le gustaba, lo volvía loco con tan sólo escucharla y verla sonreír detrás de una pantalla, solo tenían una hora de diferencia en el horario y eso no era impedimento para hablar, las noches eran las favoritas de Charles por que sabía que entraba una llamada de ella o él le llamaba a ella.

Charles jaló la silla para que ella pudiera sentarse.

—¿Gusta vino señorita? — preguntó el mesero y asintió —Señor Leclerc, ¿vino?

El piloto asintió mirando a la bella mujer que estaba frente a él, el mesero se retiró y los dejó solos.

—El lugar está hermoso.

—Lo está — miró alrededor —Me has dicho que las rosas rojas y blancas son tus favoritas así que aquí están.

Ambos empezaron a platicar, la británica se reía al escuchar la risa y las anécdotas de Charles, se había acostumbrado a escucharlo reírse en las llamadas y se había vuelto fan de esa risa.

Tomó de su copa de vino mirándola fijamente.

—Admito que estaba ansioso por verte — dijo —Contaba los días para esta cena y al fin el día llegó.

—Creo que estábamos iguales.

Dos meseros se acercaron para servir la cena, tenía un olor exquisito y seguramente el sabor sería delicioso.
Sirvieron más vino y agua en las copas de ellos y nuevamente se retiraron.

—Provecho.

—Provecho, belle.

Sin duda el sabor era exquisito, la británica había quedado encantada con lo que Charles había escogido para la cena, la platica comenzó nuevamente y en ese lugar solo existía él y ella.