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Olivia Horner platicaba animadamente con Max y con Checo, los dos pilotos tenían una buena relación con la hija del encargado de Red Bull.
Los tres estaban sentados en un sofá hasta que Christian apareció con ellos, se sentó y se unió a la conversación.

A lo lejos Olivia visualizó a Charles el la miraba con una sonrisa coqueta ella le hizo seña y el piloto disfrutaba verla sonrojada.

Se acercó hasta ellos y cuando lo hizo, carraspeo, movió dos veces su pierna y tronó sus dedos esa era la señal de Olivia, ella se levantó fingiendo que atendía una llamada y se dirigió hasta donde tenía sus encuentros con el piloto de Ferrari.
Cuando Charles aparecía con ellos y hacia esas tres cosas, carraspear, mover dos veces su pierna y tronar sus dedos era la señal para verse, o sea que el estaba libre.

Platicó unos minutos con ellos hasta que los pilotos de Red Bull se levantaron para irse por que tenían práctica, mientras que Charles le sonreía inocentemente a su futuro suegro.

—Deja de mirar así a mi hija Charles.

—¿Así como?.

—Como si quisieras comertela.

El piloto se carcajeó casi burlándose de Horner, ellos no se llevaban muy bien, el mayor tenía algo de rivalidad con Ferrari.

—Ya te he dicho que no te quiero cerca de mi hija Leclerc — le recordó con su voz seria.

—Tranquilo Horner yo sería incapaz de acercarme a tu hija, es más ni son mis gustos.

Claro Charles, esa británica era perfectamente tus gustos por algo salías a escondidas con ella desde hace mucho tiempo.

—Claro que no, mi hija es muy hermosa para ti piloto de Ferrari — dijo de malas ganas.

—Relájate hombre, quizás hasta un día podamos ser familia — lo miró y se dió la vuelta mientras sonreía triunfante.

Christian se quedó confundido al escucharlo, el monegasco ya iba alejado de él cuando reaccionó.

—¡¿Como que familia Charles?! — le gritó —¡Aléjate de mi hija, Leclerc! — le repitió de nuevo y las personas que iban pasando lo miraron —¿Qué?, vayan a trabajar.

Se metió a su oficina y aventó la puerta.

Mientras tanto Charles aceleró su paso para llegar a su habitación que tenía en el paddock, esquivaba a todos y trataba de no darse a notar no quería interrupciones.

Al llegar a su habitación abrió la puerta y la cerró con seguro, Olivia estaba sentaba en el sofá y desesperadamente se acercó a ella se sentó en el sofá y la acomodó a horcajadas encima de él.
Buscó su boca para besarla desesperadamente, pasó sus manos por su cintura y la pegaba más a el. Su cálida lengua entró en contacto con la la de la chica.

—Hola mi amor — murmuró jadeante —Te extrañé.

Liv se rió y acarició las mejillas del monegasco, la abrazó y escondió su rostro en el cuello de la chica.

Ella volvió a buscar sus labios y se empezó a moverse en círculos encima de Leclerc.

—¿Por qué tardaste tanto amor? — le preguntó entre besos y jadeos —Estaba ansiosa.

A Charles le gustaba que Liv se pusiera en ese plan cachondo, ella ya había llevado sus manos al botón del pantalón de él.

—Estaba con tu padre, ya sabes lo mismo de siempre — gimió —Cielo, detente, debes volver con el.

—Aún no, te necesito — Leclerc se levantó un poco y ella pudo bajar parte de su pantalón —Un rápidin.

—¿No te bastó con las fotos que te mandé? — ella negó y el se rió —¿Qué tanto me necesitas mon amour?.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora