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Escoger un hogar nuevo siempre se siente bien, Olivia y Charles eso era lo que hacían, buscar un nuevo hogar para vivir después de casarse.
La pareja estaba a un mes de unirse en matrimonio y el piloto estaba más que feliz, contaba los días con sus dedos como niño pequeño, el estaba muy emocionado.

¿Y Olivia?, esa mujer estaba ansiosa y nerviosa, se casaría con un hombre increíble que lo único que hacía era hacerla feliz, Charles observaba toda la casa en la que se encontraban junto con un agente inmobiliario, era la cuarta casa que les mostraba a la pareja pero ellos no estaban contentos.

Olivia miró a su prometido quien la observaba, ambos negaron con su cabeza. No era la casa que ellos buscaban, el vendedor ya estaba algo cansado pero no dejaba de sonreír, Leclerc sería un buen comprador y pagaría unos millones por la casa de su futura esposa.

—No me convence — habló Charles —Es que siempre tiene que haber algo que no termina de convencerme, la escalera no me gusta.

El vendedor rió.

—Señor, la escalera es muy moderna y elegante, ¿qué no le gusta?.

Charles soltó la mano de su prometida y caminó hasta la escalera.

—Mis hijos podrían lastimarse aquí, está muy inclinada y el barandal se ve muy moderno pero es peligroso — levantó su dedo —La casa que compraré para mí esposa y para nuestros futuros hijos será nuestro hogar por muchos años, en menos de un mes tenemos que mudarnos y no quiero remodelación de nada.

La futura señora Leclerc sonrió al escuchar a su prometido, el siempre pesaban en grande y a futuro, sus hijos, que bien se había escuchado eso y que afortunada era la mujer al casarse con un hombre como Charles.

—¿Tu qué opinas cariño?.

—Lo mismo que tu — se acercó a el —La otra casa era la manera en que estaban las habitaciones pero la escalera era perfecta y esta no tiene un jardín amplio ni piscina.

—Cierto, ambos queremos un jardín grande para que cuando tengamos hijos sean libres en ese jardín.

El vendedor los escuchaba atentamente, les pidió que caminaran con el hasta la mesa para ver otras opciones.

—¿Como describiria su casa perfecta? — miró a Olivia —Puedo conseguir algo a como usted me lo pida, yo solo he mostrado pero ustedes no han pedido.

La monegasca se acomodó en su silla y sonaba sus uñas en la mesa.

—Que sea muy grande, espaciosa — comenzó —Con un jardín en la parte de enfrente, un buen garage, una cocina amplia, de preferencia que la casa sea de dos plantas y que hayan cinco habitaciones, la escalera con un barandal seguro y que el piso sea roñoso — miró al vendedor —Un jardín grande, con una piscina y palapa — siguió especificando como le gustaría la casa y en que parte le gustaría que fuera cada cosa.

Leclerc solo sonreía al escucharla, era lo mismo que le había dicho hace años y ella no cambiaba, el también se unió a la conversación y específico algunos puntos.

El vendedor sonrió satisfecho, ya tenía la casa para ellos y estaba ubicada en una de las mejores zonas de Mónaco.

—Perfecto, iremos a una casa más y esa será la elegida — dijo seguro —Vamos.

La pareja se levantó y siguió al vendedor, ellos se subieron al auto de Charles e iban detrás del hombre.

—Espero que esta sea la buena — rió Charles —Estoy cansado, quizás terminemos viviendo en mi departamento, ¿eso no te importaría verdad?.

Miró de reojo a su novia, ella venía de una buena familia que todo lo que ellos pedían era grande, estaban acostumbrados a cosas grandes y buenas. De hecho la casa de la monegasca era enorme, Charles siempre se perdia en esa casa cuando buscaba el baño y el siempre decía que lo cambiaban de lugar.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora