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Arthur miró a su hermano de brazos cruzados mientras que él le ordebana lo que iba a hacer.

—¿Entenidste?.

—No — levantó su ceja y Lorenzo bufó —Es que no entiendo Charles, se supone que Liv llegará al restaurante pero tu no estarás allá, no entiendo — se rascó la cabeza.

Charles giró los ojos.

—No le digas, Liv, solo yo puedo decirle así — se acercó a él —Mira Arthur, tienes que usar las únicas dos neuronas que tienes en ese cerebrito — pasó su brazo por los hombros —Irás a casa de mi chica y la traerás aquí, a como sea. Ella quería ir a ese restaurante pero yo ya tenía esto preparado y quiero que seas más especial, así que iras por ella y la traerás aquí.

—¿A como sea?.

—Si, mientele o ponle alguna excusa pero tienes que hacer que ella venga aquí contigo y no se te olvide avisarme para tener todo listo.

El hermano menor asintió y se alejó de sus hermanos en busca de su cuñada.

—Conoces a Arthur quien sabe que estupidez le dirá a Olivia, mejor hubiera ido yo.

—No creo que sea tan torpe, Olivia no le puede negar nada a Arthur. Ya verás que lo hará bien y la traerá aquí sin ningún problema, apúrate y acomoda bien el mantel de la mesa para que me ayudes con mi traje.

Lorenzo asintió y siguió a su hermano.

Pobre Charles la que le iba armar su hermano menor, Arthur Leclerc era un completo caos.

Arthur manejaba a casa de Oli, Charles tenía una sorpresa para ella por su primer aniversario de novios.Ella quería ir aun restaurante pero el piloto ya tenía algo más, quería que fuera más íntimo sin nadie alrededor de ellos, podía rentar el restaurante solo para ellos dos pero a Olivia no le gustaba que hiciera esos gastos, así que no tuvo de otra que llevar a cabo el plan b.

Olivia se miraba en el espejo mientras acomodaba su vestido, se veía preciosa. Un hermoso vestido azul pegado a su cuerpo y su perfecto cabello castaño ondulado y ese toque de maquillaje con sus accesorios.
Para terminar se puso un poco del perfume que el piloto había comprado para ella, a Charles lo volvía loco ese olor, le encantaba.

Arthur tocó la puerta del departamento de su cuñada.

—Bien Arthur si no accede al inicio tendrás que usar el plan b — dijo para el mismo, Liv abrió la puerta y el monegasco sonrió —¡Oli!.

—¿Arthur?, ¿qué haces aquí pequeño?.

Él entró y cerró la puerta, miró a su amiga y sonrió.

—Antes que nada te vez muy hermosa, tenemos que hablar, necesito un consejo y para eso tienes que ir conmigo aun lugar.

La monegasca miró su reloj y arrugó su nariz.

—Hoy no puedo, tengo una cena con Charles y acordamos vernos en el restaurante de hecho ya se me hizo tarde, pero mañana a primera hora te ayudaré en lo que sea.

—Oli, por favor.

—Arthur, no. La reservación es para las ocho y faltan veinte minutos. Te prometo que mañana te ayudaré a todo lo que quieras pero hoy no, es mi aniversario.

El piloto rascó su cabeza, era difícil de convencer a su cuñada.

—Es que en serio esto es importante, tengo problemas con mi novia y no se como resolverlos. Por eso necesito que me acompañes a su casa para hablar.

—No puede ser — suspiró —Eso tienes que hacerlo solo Ar, no puedo ir contigo y hablar con tu chica eso tienes que hacerlo tú. Ahora si me permites debo llegar al restaurante, Charles se pone como loco cuando llego tarde.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora