One shots | Charles Leclerc

● 17

Charles Leclerc

Abro la puerta del departamento de Olivia está todo en silencio eso es de admirarse por que Olivia siempre tiene ruido ya sea que escucha música o simplemente tiene encendida la televisión.
Esta semana fue un completo caos, no tuve ni tiempo para ver a mi chica, el inicio de la temporada se acerca y hemos estado con las prácticas y trabajando con el equipo.

Si hablé como tres veces por teléfono con ella en esta semana creo que hasta es mucho, no fue una buena semana.

—Amor, ¿estás aquí?.

No hay respuesta de ella, saco mi celular y lo enciendo ya que está apagado desde no se que día.
Camino a la cocina y no está, cuando me voy a dar la vuelta para salir de la cocina me detengo y levanto mi ceja.

—Amor, hola — me acerco pero ella retrocede, ¿ahora qué?.

Está cruzada de brazos y luce demasiado molesta, me observa fijamente y me doy cuenta de que sus ojos están rojos y tiene algo de ojeras.

—Liv, ¿qué pasa?.

—¡¿Qué si que pasa?! — me grita furiosa —¡¿Donde demonios estabas Charles?!.

Ok, está muy molesta y ella da miedo molesta.

—Mi amor cálmate.

—¡Llevo dos jodidos días sin saber de ti, te llamo y me mandas a buzón estaba preocupada! — sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas —¡Fui al paddock el día de ayer y no estabas, no respondes mis mensajes ni siquiera te llegan!.

—Estaba cansado Liv, me quedé todo el día en la cama, he estado ocupado y muy cansado.

Se limpia bruscamente las lágrimas y suelta un suspiro.

—Estabas tan ocupado que me dejaste platana en el maldito restaurante, ayer fue nuestro cuarto aniversario Charles.

Mierda, mierda.

—Llevábamos planeandolo desde hace meses y me dejaste como idiota esperándote, eres increíble y no de una buena manera.

—Cielo, perdón, perdón — me acerco pero se aleja —Estuve demasiado ocupado y no lo recordé, joder, lo lamento.

—¡Pues lo lamentarás cuando no tengas novia! — ay no —¡Estuve como cinco horas sentada esperándote, teniendo un poco de esperanza de que llegaras y no lo hiciste!.

Liv enojada me da algo de miedo, las mujeres enojadas son sorprendentes.

—No estuve sentado Olivia, llevo está semana ocupado con las prácticas — le recuerdo molesto —No he estado disfrutando.

—Yo tampoco Charles, he tenido una semana de mierda en el trabajo, voy de tienda en tienda y me la paso diseñando pero aun así no olvidé nuestro aniversario.

Soy un pésimo novio.

—Perdón, el trabajo me absorbe.

—¡A mi igual y aquí sigo! — me grita de nuevo.

Tranquilo Charles relajate, odio que me griten.