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Charles abrió lentamente sus ojos y los restregó con su mano, vió la hora en su reloj de mesa y eran las nueve de la mañana había llegado por la madrugada de Francia.
Giró su cuerpo y sonrió encontrándose con una perfecta figura en su cama, se acercó a ella y pasó su brazo por la cintura de su chica.

La chica se removió y Charles recargó su quijada en el hombro de ella para luego darle caricias en sus piernas.

—Charlie — gimió adormilada Olivia —Me haces cosquillas.

El piloto se rió levemente y su novia abrió sus ojos, Charles la destapó y la vió solo en panti y un top pero su atención se la llevó el nuevo tatuaje de la monegasca, el se levantó un poco y pasó sus dedos por la pequeña rosa tatuada que le quedaba demasiado bien.

—¿Otro tatuaje mon amour? — la miró —Te quedó increíble.

Le dió un beso en la pierna derecha en donde lo tenía y se subió encima de ella para abrazarla, cuando llegó en la madrugada no lo vió solo entró a su casa y se acostó con Olivia en la cama ella se había asustado pero rápidamente Charles le dijo que era el, no la quería despertar.

Leclerc a como pudo se metió entre los brazos de Olivia para que ella lo abrazara y siguieran durmiendo, la castaña se acomodó y lo abrazó por detrás para seguir durmiendo, el piloto nuevamente quedó dormido eso era lo que siempre hacían cuando tenían el día libre.

Una hora después el hombre se despertó y se levantó para ir al baño, quería seguir en la cama pero su estómago le pedía comida. Tapó con la sabana a la chica y salió de la habitación para preparar el desayuno.
Tenía antojo de fruta, de unos sándwiches y  jugo.

Olivia se despertó y buscó a su novio con su mano en la cama al no sentirlo se levantó y vió la puerta abierta, antes de bajar pasó al baño y se puso una playera del piloto.

—Buen día pilotito — se rió cuando entró a la cocina, Charles levantó su mirada y le sonrió.

—Buen día corazón, ¿dormiste bien?

—Más que bien.

Se acercó a el dándole un beso y un abrazo.

—Pon la mesa cariño, para que desayunemos.

Olivia obedientemente sacó los platos y los vasos junto con los cubiertos, Charles sonrió al verla solo con una playera de él y pantis, el también solo estaba en bóxer y sin camisa.

No había nadie más que ellos y podían andar a como quisieran.
El piloto llevó la jarra de jugo a la mesa y al dejarla le dió una nalgada a su novia.

—Charlie — se quejó y el se rió.

La cargó y la sentó en la mesa.

—Ese tatuaje se te ve sexy — la miró cara a cara —¿Cuando te lo hiciste?

—Antier — le acarició la barba —Fue la rosa que dibujaste el otro día en mi agenda, ¿la recuerdas?

Sonrió ampliamente.

—¿En serio es esa? — asintió —Se te ve muy bien, ¿qué quieres hacer hoy?, cuéntame mientras sirvo tu desayuno.

La dejó en la mesa mientras servía el desayuno.

—Charles, ¿hiciste algo?, cada vez que haces algo tu preparas el desayuno.

El ojiverde la miró indignado, pero era cierto, cada vez que el hacía algo que sabía que molestaría a su novia le cocinaba y era extremadamente cariñoso con ella pero con el cariño estaba actuando normal.

—¿A caso tengo que hacer algo malo para que yo prepare el desayuno? — dejó los platos en la mesa, se sentó en la silla y la cargó para sentarla en sus piernas —Pues estas muy equivocada preciosa, no hice nada es solo que tenía hambre.

Oliva le hizo una mueca y agarró su vaso para beber.

—Hoy quiero que vayamos al campo de golf, ir a almorzar y podemos ir a un club o una cena después — le dió de comer —¿Podemos?

—Claro que si amor, te extrañé mucho.

—Yo también te extrañé mucho, estuve en casa de tu mamá e hicimos muchas cosas — le empezó a contar emocionada —Fuimos de compras y tu mamá se pintó el cabello, cambió su look. ¡Oh! y también fuimos por un buen masaje, fuimos a la estética y sus uñas quedaron fabulosas — Charles la miraba encantado —Por cierto, te compré una camisa que se que te gustará mucho.

—¿Qué más hiciste cariño?

—Fui a casa de mis padres, papá quiere verte dice que quiere pasar un rato contigo — se quedó pesando —Y mamá quiere que vayas a cenar en estos días, pero que también vaya tu familia.

Una de las cosas que Charles más amaba de Olivia es que era una mujer muy hogareña, ninguna de sus ex novias pasaba tiempo con la mamá de él y Olivia fue todo lo contrario, nunca lo hizo por agradarle lo hizo por que le gustaba hacer ese tipo de cosas. Ella lo hacía con su mamá y Pascale estaba más que encantada, ella le decía que era su niña.

—Si quieres podemos ir mañana — le sugirió —Lorenzo y Arthur están aquí.

—¡No lo vas a creer! — chilló Olivia —Creo que Lorenzo tiene novia no le vayas a decir nada, ayer fui por un postre por que almorcé con tu mamá y los vi en una cafetería, estaba besando a una chica y la abrazaba, se veían tan lindos.

El piloto estaba comiendo y empezó a toser, ¿a caso su hermano tenía novia y no le había contado nada?.

—¿Segura que era el?

—Cariño, puedo reconocer a un Leclerc en donde sea.

Ambos se rieron y continuaron desayunando, Olivia escuchaba atentamente lo que su novio le platicaba de la carrera en Miami y de los lugares en donde había ido con sus amigos, también de la borrachera que Max y Lando se pegaron.

—¿Y tu tomaste?

—Solo un poco, estábamos en días de trabajo — le hizo una mueca —Aunque hoy tu y yo podemos embriagarnos aquí en casa.

—Nada de eso Charlie — se rió —Cuando nos embriagamos hacemos muchas cosas locas, como tener sexo en la cocina o en la sala de cine.

El monegasco la sentó a horcajadas en su piernas y pasó sus manos por el trasero de la chica.

—Por eso lo digo cielo — murmuró en sus labios —No hice nada loco estas dos semanas que estuve afuera y merezco hacerlo contigo, ¿tu quieres hacer cosas locas conmigo? — le susurró en el oído pegandola a su cuerpo.

Olivia soltó un gemido y se sonrojó al ver a Charles.

—¿Cher?, ¿escuché bien? — sonrió —Qué gemido tan imprudente en una conversación tan tranquila.

—Idiota.

Se carcajeó y la abrazó, había extrañado a su Liv y lo estaba disfrutando antes de que ella le pidiera su secadora que el piloto se había llevado al viaje, lo mataría por rompersela pero tenía planeado decirle que Lando la rompió y Olivia sería incapaz de pegarle al pequeño británico.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora