● 1

43.5K 1.1K 111
                                    

Charles Leclerc

Fiesta es lo que mi cuerpo me pide, después de varias semanas en carreras al fin tenemos un descanso y estoy agradecido que es en mi cumpleaños, hoy cumplo veinticinco y reservé un club solo para mis amigos y para mi, queremos pasar un rato tranquilos sin nada de personas desconocidas a nuestro alrededor.

Lo reservé hace dos semanas y ahorita voy llegando al club, me vine antes de que todos los demás que invité lleguen.

—Al fin una buena noche — se acomoda Lando su cabello —Dime que invitaste alguna chica por ahí.

—Creo que ya iniciaron la fiesta sin el cumpleañero — señala Carlos el lugar.

Miro mi reloj y a un es temprano, son las nueve treinta y yo cité para las diez. Camino hasta la entrada del club y hay demasiadas personas aquí, como un tonto reviso rápidamente la fecha y hoy es dieciseis de octubre hoy es mi cumpleaños, se supone que el lugar debe de estar vacío.

—¿Qué pasa Char?

—No lo sé Pierre el lugar debe de estar vacío.

—Quizás ya lo van a desocupar en unos minutos, tu reservación es para las diez — comenta Max.

Las puertas del club se abren y hay un joven en recepción, me acerco hasta el y todos mis amigos vienen detrás de mi.

—Buenas noches, su nombre por favor.

—¿Mi nombre?, yo hice una reservación para el club el día de hoy — lo miro y el me mira confundido —Soy Charles Leclerc, la reservación la hice para las diez ¿a que hora van a desocuparlo?

—Disculpe señor Leclerc, pero el club fue reservado por alguien más y la fiesta va iniciando así que esto no tiene cuando acabar.

¿Qué mierda?, miro a los chicos y ellos están sorprendidos.

—No lo creo, debe de haber algún error. Yo reservé el club hace dos semanas y me dijeron que estaba disponible para hoy, quiero ver al gerente.

Asiente y se aleja un momento para hablar con unos guardias, espero unos mintuos hasta que aparece el gerente y llega hasta nosotros.

—Buenas noches, ¿cual es el problema?.

El de recepción le explica la situación y el escucha atentamente.

—Quizás hubo un error y reservaron el mismo día para dos personas, disculpe señor Leclerc esto no nos había pasado antes.

Lo miro molesto y apreto mi mandíbula, ¿cómo pueden equivocarse de esa manera?, acomodo mi camisa y le sonrío al gerente.

—¿Hay algún modo de arreglarlo?, puedo pagar el doble y desocupe todo el lugar. Es mi cumpleaños y mis invitados están a nada de llegar.

Trato de negociar pero el gerente niega.

—¿Tiene hijas? — se mete Max a la conversación, el gerente asiente —¿Conoce los pilotos de formula 1? — vuelve a asentir —Quizás podamos conocerla y llevarla un día al paddock, pero a cambio usted nos da el lugar.

Lo miro esperanzado, Max sabe manipular muy bien cuando le sonrie a las personas.

—Muchachos quisiera ayudarlos pero ya no puedo hacer nada, lo que usted depositó se le regresará, se que son personas importantes pero la mujer que reservó el lugar también es una persona importante, no puedo sacarla así como así.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora