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Olivia corría desesperada por las instalaciones de Ferrari para llegar a la habitación del piloto, cuando llegó abrió la puerta y dejó caer sus lágrimas al verlo sentado en sofá con los parámedicos alado de él.

—Liv — murmuró él.

La chica se acercó y se incó frente a él, su preocupación aún no se iba y estaba asustada.

—Vine lo más rápido que pude, Dios mio estoy tan asustada.

Él la abrazó y besó su frente, tenía algunos raspones y el brazo le dolía Charles realmente agradecía que estaba bien, estaba en practica y perdió el control del monoplaza, dió vueltas hasta que chocó, pero en realidad había sido muy feo.

No podía salir hasta que llegaron por él, estaba empezando a arder pero por suerte llegaron a tiempo por él, le hablaron rápidamente a Olivia y ella sin pensarlo llegó al paddock totalmente asustada.

—Tranquila mi amor, estoy bien — murmuró —No pasó nada, estoy bien.

—Pensé lo pero Charles — lo miró y él tenía sus ojos llorosos —No quiero que te pase nada, me moriría si te llegara a pasar algo.

Charles solo la abrazó y cerró sus ojos mientras suspiraba, los amigos del monegasco estaban afuera esperando noticias de él.
Liv terminó de limpiar las cortadas de su prometido, Leclerc se quejó e hizo una mueca cuando pasaba el algodón con alcohol en su mejilla.

Él se sentía perdido y le dolía la cabeza junto con su brazo, desde ese momento algo lo empezó a atormentar y lo que pasaba por su mente no le gustaría nada a la monegasca.

Al día siguiente ella tenía una reunión y no quería dejarlo solo así que le habló a su suegra y a sus cuñados para que estuvieran con él.

—Será rápido cariño — le dió un beso —No extenderé tanto la reunión para volver aquí contigo, cualquier cosa me llamas ¿si?

El piloto sonrió y asintió con su cabeza.

—Ve con cuidado, te amo.

Se despidió de la familia Leclerc y salió de la habitación para irse a la empresa, Charles suspiró y se acomodó en la cama.
Cerró sus ojos y después de varios segundos los abrió para mirar a su familia, su madre había bajado a la cocina, Lorenzo estaba en el piso jugando video juegos y Arthur estaba en la cama con su celular.

Miró un cuadro, era una foto de él y de Liv el día en que le había pedido matrimonio. Dejó caer sus lágrimas y sintió su pecho apretarse pero ya había tomado una decisión.

—Charles, ¿qué pasa?, ¿por qué lloras? — miró a su hermano menor —¿Te duele algo, o llamo a Olivia?

Lorenzo se levantó y se paró frente a su hermano, ambos hermanos se miraron y luego miraron al piloto.

—Soy un egoísta — su voz se cortó —Soy egoísta con Olivia.

—¿Por qué dices eso?

—No puedo seguir con ella Lorenzo, no puedo casarme con Olivia muchos menos tener ese hijo del que tanto hemos hablado.

Ellos no entendían nada.

—¿Por qué no puedes seguir con Olivia?, tu la amas Charles.

—Y por eso no puedo seguir con ella, el accidente que tuve ayer quizás fue una señal — dejó caer nuevamente sus lágrimas —Estaba angustiado, estaba tan desesperado por salir de ahí y lo único que pensaba era en ella, pude haber muerto ahí — apretó sus ojos —Ella siempre está preocupada por mi, no puedo seguir así.

—Charles tranquilo, solo estás asustado por lo de ayer pero tú estás bien y estás aquí hermano, no eres ningún egoísta ella está feliz por ti, por todo lo que has logrado.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora